Victoria balsámica en la primera ronda de la Copa del Rey. Comentaba Rafa Benítez en rueda de prensa que el triunfo, no por ser menos esperado, era necesario. El Celta goleó al Turégano con un equipo muy reconocible, en una tarde en la que Carles Pérez aprovechó su oportunidad para reivindicarse y parece que fue el único.
Caras muy reconocibles en el once inicial que debutó en la Albuera. Iván Villar fue titular bajo palos, mientras que Mingueza, Unai Núñez, Beltrán y Bamba también fueron de la partida. Era el día para aprovechar los minutos, para coger ritmo de competición, confianza, sensaciones. El día para poder ver en acción a algunos jugadores que hasta ahora no han tenido muchas oportunidades y viendo el partido de ayer, es evidente el por qué a esa falta de minutos.
Al margen de la goleada, el equipo demostró una vez más que tiene mucho margen de mejora. Swedberg estuvo poco participativo, a pesar de la asistencia a Carles Pérez. El jugador sueco sigue dejando detalles interesantes cada vez que juega y La jugada muchas veces mejora cuando pasa por sus botas, pero en general, entra demasiado poco en contacto con el balón. A Douvikas le faltó mordiente y claridad en la definición para acompañar muchos buenos movimientos, mientras que Miguel Rodríguez pasó un tanto desapercibido en un encuentro en el que Cervi y Carlos Domínguez cumplieron en defensa.
Carles Pérez demostró querer más minutos. El extremo catalán ingresó al terreno de juego en la segunda mitad en sustitución de Bamba y anotó hasta en dos ocasiones. No está siendo una temporada fácil para el ex-jugador de Roma y Barcelona ya que las lesiones le están lastrando continuamente. A pesar de pecar en ocasiones de individualismo, volvió a demostrar esa facilidad para el regate, encarar y sortear defensas. Aportó algo diferente, en una sala de máquinas que volvió a ser demasiada plana.
Hay mucho trabajo por delante, pero ayer el Celta demostró que tiene gol. Hugo Álvarez dejó buenos minutos y Hugo Sotelo quiere ser ese perfil ofensivo que aporte un desequilibrio y algo de creatividad a la medular. Superada la primera ronda de la Copa del Rey, la mirada ya está puesta en el encuentro liguero frente al Sevilla.