El Celta pide respeto en una nueva pésima actuación arbitral. Reparto de puntos en Balaídos entre el Celta y el Sevilla en un partido en el que Hernández Hernández y Prieto Iglesias en el VAR fueron de nuevo protagonistas. «Parece que cada vez que seamos la cabeza, nos quieren hundir más y más con todo lo que nos deben». Contundente el mensaje de Iago Aspas en los micrófonos de DAZN después de la enésima decisión arbitral errónea. Corría el minuto 97 de partido cuando Hernández Hernández señaló la pena máxima por un agarrón de Jesús Navas sobre Douvikas. El contacto es evidente, al igual que el agarrón y posterior zancadilla por parte del lateral derecho del Sevilla al delantero griego del Celta. Puede ser una jugada dudosa, interpretable, pero desde luego, es una jugada que nunca puede ser revisada por el VAR. La normativa, que parece que cuando se arbitra al Celta, lleva unos meses en desuso, señala que el VAR nunca podrá rearbitrar una jugada en la que el contacto existe y el árbitro interpreta como penalti. O eso decía Medina Cantalejo….
El mismo árbitro que hace unas semanas desde el VAR, en Las Palmas vio falta de Douvikas por un agarrón para anular el gol de Larsen, llamó hoy al árbitro para anular un penalti ya señalado por un agarrón existente sobre el delantero griego. Una disparidad de criterios sin precedentes, que se acentúa tras las numerosas decisiones dudosas en contra en los últimos partidos. El gol anulado a Bamba frente al Mallorca, la cantada de Gazzaniga en Montilivi, los «agarrones» de Larsen y Douvikas frente al Real Madrid y Las Palmas y un sinfín más de jugadas polémicas y dudosas. Basta ya, el Celta pide respeto.
Las decisiones arbitrales empañaron un partido en el que varias fueron las lecturas positivas. El Celta dominó el partido a su antojo hasta que Renato Tapia decidió cargarse el encuentro. Larsen perdonó un mano a mano clarísimo, un remate de cabeza en el que estaba prácticamente sólo. Mingueza estrelló un balón en el travesaño y Aspas tuvo un par de ocasiones dentro del área. En la estrategia llegó el gol de los locales. Aspas botó una falta lateral, Badé no llegó a despejar, Gudelj perdió la marca y Starfelt cabeceó al fondo de la red. El partido estaba controlado, el Celta estaba siendo superior, pero aún faltaba por aparecer Renato Tapia y Hernández Hernández. El jugador peruano, que ya había visto la primera cartulina en la primera mitad tras un par de faltas, realizó una entrada con ambos pies por delante a setenta metros del área. Un error gravísimo, sin tener ningún tipo de sentido, de juveniles y que dejó al equipo muy tocado. A partir de ese momento el Sevilla creció en el partido y cómo no podía ser de otra manera, en los últimos minutos del partido, En-Nesyri se encontró con un despeje muy defectuoso de Mingueza tras un centro lateral. En el descuento llegó la jugada polémica ya comentada.
El Celta vuelve a dejar escapar la victoria, pero a veces es complicado jugar contra el rival y contra las decisiones arbitrales. No es nada nuevo, pero el nivel del arbitraje de la Liga es pésimo, esa que algunos dicen que es la mejor competición del mundo. Las sensaciones son buenas, la imagen del equipo hoy fue de notable y el Celta, si le dejan compite y lo va a seguir haciendo. Contra todo y contra todos, hoy Renato Tapia y Hernández Hernández se cargaron el partido. Próxima semana San Mamés, en el que comentaba Aspas después del partido, «si nos dejan», el equipo intentará sumar de tres. Hoy más que nunca el Celta clama respeto.