El Real Madrid consigue rescatar un empate ante el Chelsea en un partido en el que los errores arbitrales y los goles de Olga fueron los protagonistas del estreno europeo del conjunto blanco.
Comenzaba la Champions League para un Real Madrid que recibía nada más y nada menos que al Chelsea, líder de la Women’s Super League. El conjunto blanco llegaba al Alfredo Di Stéfano sabiendo lo importante que era este encuentro para empezar con buen pie en esta fase de grupos. La afición, cada vez más unida a las jugadoras, tenía ganas de que llegase este día , ese día en el que esperaban volver a ver a su equipo ganar. Estaba todo listo para este gran encuentro, dos equipos con ganas de salir a por todo y una afición dispuesta a dejarse la voz para animar a sus jugadoras.
Alberto Toril sacaba al campo un once muy similar al que presentó el otro día frente a la Real Sociedad. Ivana entraba por Rocío y Claudia Zornoza por Raso, las únicas modificaciones por las que apostaba el técnico madridista. El Chelsea también apostaba por un once similar al de la jornada pasada contra el Everton, solamente Perisett y Cankovic se bajaban de la alineación dejando hueco a Lawrence y a Kirby.

Comenzaba a rodar la pelota en el Di Stéfano con ambos equipos demostrando que estaban a la altura de un encuentro de esta magnitud. El Chelsea dominaba la presión y mantenía la pelota en sus manos, pero fue en el 10′ cuando un disparo desde fuera del área de Olga Carmona penetraba la portería de Berger poniendo el uno cero en el marcador y dejando una gran herida en el equipo de Emma Hayes, que veía como tras haber pasado solamente diez minutos de juego su equipo ya iba abajo en el marcador. Aún así, el Chelsea seguía insistiendo pero cada vez que intentaba igualar el encuentro se topaban con una gran Misa, que daba esperanzas a un equipo que aunque fuese por delante en el marcador no conseguía tener la iniciativa para crear peligro.
El Madrid se veía cada vez más abrumado por las blues, pero no fue hasta el 41′ cuando un gran centro de Lawrence era rematado por Charles poniendo el empate en el marcador y dejando a las jugadoras del Real Madrid con la sensación de que el partido se les escapaba de las manos. Necesitaban un descanso, juntarse en el vestuario y apretar los puños para afrontar la segunda mitad.

Se reanudaba el juego y ambos equipos salían con las pilas recargadas. Tras las respectivas charlas de ambos entrenadores a sus jugadoras, saltaban al campo dos equipos que pretendían ponerse por delante lo antes posible. Sin embargo, las cosas no cambiaron mucho. El Chelsea seguía dominando y mostrando su lado más competitivo, ese que siempre dejan relucir en noches como estas. El Real Madrid en cambio intentaba aprovechar los errores de su rival y jugar al contrataque, balones a la espalda y aprovechar la velocidad de Linda y Athenea. Pero llegó Sam Kerr y con un gran salto unido a un gran testarazo en el 74′ ponía el segundo gol en la cuenta del Chelsea. Cada vez era más complicado para las jugadoras blancas. El gol del Chelsea prácticamente sentenciaba el partido ante la impotencia del Real Madrid que veía como los minutos iban pasando y los tres puntos se desvanecían lentamente. La defensa del Chelsea se veía infranqueable para las merengues que intentaban meter piernas frescas al encuentro con la entrada de jugadoras como Feller, Maite Oroz o Raso, pero era muy difícil superar a las inglesas.
Fue entonces cuando Athenea, tras una buena carrera hacia el área rival, era derribada en las inmediaciones del área. Durante unos pocos segundos la duda de si la jugadora había caído dentro o fuera del área hacía mella en la mente del aficionado, que tras escuchar el pitido del árbitro y ver como señalaba el punto de penalti, soltaba un suspiro de tranquilidad y un grito de alegría al saber que su equipo tenía una gran oportunidad para meterse en el partido. Sin embargo, en el otro banquillo no se tomaron muy bien la decisión de la colegiada, cuyo partido fue muy discutido por el conjunto blue al final del partido. Aún así, Olga fue la encargada de convertir el penalti y firmar un doblete que enmarcaba un partido de diez de la lateral española. El gol subió al marcador y el Real Madrid veía una luz al final del túnel, una oportunidad de convertir aquel partido en una noche para recordar.

El cartel del cuarto árbitro señalaba cinco minutos de descuento y el Real Madrid confiaba en la remontada. Sin embargo el Chelsea demostró que no es fácil hundir su barco. Fue entonces cuando en el 95′ un balón mandado por la defensa inglesa Bright caía en el área madridista y tras un buen remate de Charles el esférico entraba en la portería. Las caras de frustración al ver entra el balón eran notables, pero de repente el banderín del linier se levantó provocando el alivio del equipo merengue, del banquillo y de la afición que respiraban tranquilos viendo que el fuera de juego había rescatado un punto muy importante para el Madrid.
Finalmente el partido acabó con un empate a dos entre los dos equipos que se reparten puntos tras un muy buen partido del conjunto blue frente a un Real Madrid que se vio superado en la mayor parte del encuentro. Aún así las de Toril no defraudaron y dejan en las gradas la sensación de que el equipo a peleado hasta el final contra uno de los mejores equipos de Europa. Sin entrar en polémicas, el Real Madrid sale del Alfredo Di Stéfano pidiendo la hora y salvado por un fuera de juego, aunque dando una buena imagen ante una noche tan importante como la de hoy.
Imágenes: Real Madrid
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