Los aficionados que han llenado el estadio municipal A Lomba hizo que la temperatura fuera más alta de lo que realmente era. Eso sí, el jarro de agua fría por parte de Valencia fue rápido: en el minuto 8 se adelantaba con un gol de Yaremchuk que cruzó el balón con la zurda después de una buena jugada combinativa.
Como era de esperar, los visitantes iniciaron el partido con un equipo conformado por suplentes y varios jugadores del Valencia Mestalla, entre ellos Rubén Iranzo, Marco Camus y Pablo Gozálbez. «Rubo» Iranzo destacó como el mejor de los tres; un auténtico muro en defensa, pero mostró cierta debilidad en la toma de decisiones con el balón, perdiendo varios de ellos debido malos controles orientados. Camus, que comenzó el partido muy activo, disminuyó su rendimiento con el tiempo; mientras que «Gozi» estuvo ausente en jugadas ofensivas pero trabajador, siendo el primero en ir a presionar.
Pero no fueron los únicos tres que sumaban minutos después de tiempo: Jaume y Jesús Vázquez también. Durante los primeros 45 minutos se notó la falta de ritmo. Jesús no conseguió enlazar dos jugadas buenas seguidas, ya fuera en defensa o ataque, demostrando que le queda tiempo para coger su mejor forma. Por su parte, Jaume Domènech, hoy capitán del equipo, dejó varias veces el balón muerto en zonas peligrosas.
En un partido clásico del Valencia, con pocas ocasiones para ambos equipos, destacó el número 7 del Arosa: Miguel Miguez.El delantero logró aguantar el balón de espaldas y descargar a los compañeros para poder atacar por bandas. Lo mismo que hizo Yaremchuk. En general, el equipo de 3ª Federación compitió bien durante el primero tiempo ante el Valencia.
Tras el descanso, el Arosa intentó darle la vuelta al resultado. El mismo protagonista que en la primera mitad, Miguel Miguez, pudo empatar el partido de no ser por un gigante Jaume. Primero de cabeza, después de que Cenk perdiera su marca, y después con un remate a bocajarro, Jaume realizó una impresionante parada, despejando el balón.
El equipo pontevedrés fue superior durante toda la segunda mitad. El orden y la presión incomodaron a varios jugadores del Valencia, especialmente a Amallah. El marroquí, lejos del jugador que se intentó fichar en verano, fue señalado por su entrenador en la rueda de prensa previa a este choque copera, donde le exigió engancharse al equipo. Desde luego, Baraja no puede estar contento con el nivel que mostró. Fallón en la distribución, con pérdidas después de hacer regates innecesarios y, particularmente, inactivo en la presión tras pérdida.
El Valencia, inefectivo en ataque, pareció resignado a defender el 0-1. Eso sí, Yaremchuk pareció entender lo que le pide su entrenador y fue uno de los jugadores más destacados del partido. A falta de 10 minutos para el final, la mejor noticia posible fue el regreso de Alberto Marí, quien fuera el máximo goleador de la pretemporada valencianista, volvió a vestirse de corto.
Un error garrafal de Cenk obligó a lucirse de nuevo a Jaume que, después del despeje, un jugador del Arosa remató fuera una clara ocasión para empatar el partido cerca del minuto 90.
Con el pitido final del árbitro, el Valencia logra clasificarse para la siguiente ronda de la Copa del Rey después de realizar un partido mediocre, en el que el Arosa, de varias categorías inferiores, fue claramente superior en el terreno de juego
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