¿Os acordáis cuando eramos chicos y jugábamos al Super Mario Bros, y le metíamos el truco de vida infinita y no moría nunca a pesar de que tendrías que haber perdido en el castillo 1? Pues con Diego Alonso y el Sevilla parece lo mismo. El entrenador charrúa debió de haber sido despedido, después de la semana del derbi, pero se le dió una oportunidad, luego tras la debacle ante el PSV hace unas semanas igual, pero la directiva decidió darle otra oportunidad, y ya tras quedarse fuera de competición europea se le dió otra oportunidad, y como le diría Pepe Castro a Michel Platini «¿Otra vez? Sí, otra vez».
El Sevilla y Diego Alonso es el ejemplo de la relación toxica que a pesar de hacerte daño, lo mantienes en el cargo. El sábado los de Nervión intentarán conseguir la primera victoria del míster Charrúa, y ya vamos 7 jornadas diciendo lo mismo. La directiva, que tiene que ser tome las riendas del club que solo hace dirigirse al precipicio, siempre tiene una excusa para cada partido que si las lesiones, que si los árbitros, que si no tenemos suerte… Está jornada veremos otra excusa, a casa cual hace que la afición, si no hay alguien enfadado aún, se enfade más.
Los de Diego Alonso recibiran al Getafe, un equipo que demuestra más la efectividad de un entrenador, que el gastarse millones como si fueras un jeque árabe. Un equipo que el año pasado estuvo coqueteando con el descenso, se encuentra ahora 9° y a 7 puntos de Europa. ¿Su secreto? Un entrenador con verdadera experiencia en Europa y fichajes que sepan de verdad que vayan a rendir.
Bordalás viene en un estado de forma sensacional, demostrando jornada a jornada que el Getafe a vuelto a despertar y que amenaza a meterse en puestos europeos.
Los azulones llegarán a un estadio en el que por estadística sus últimos 18 encuentros ligueros el Sevilla se ha llevado los 3 puntos en 12 ocasiones, y los azulones los 3 puntos en 4 ocasiones y solo se han repartido en 2 ocasiones los puntos.
El Sevilla en cambio llegarán con la moral por los suelos, con conflictos en la directiva y con toda la afición en contra. Diego Alonso se enfrentará al que fue el verdugo de Sampaoli el año pasado. La diferencia es que a Diego Alonso le han dado hasta el 23 de diciembre, y con una paciencia más que inmerecida en comparación con Mendilibar o Lopetegui.
El Sábado los pocos que quedan en condiciones físicas en el vestuario de Nervión saldrán a dar la cara, o al menos intentarlo, pues la afición se merece por fin una alegría luego de casi dos meses sin conocer la victoria en el Ramón Sánchez.