El equipo donostiarra se aferró a la heroica para continuar una jornada más sin perder. Por su parte, los pupilos de Luis García Plaza, fueron atemorizados por fantasmas de jornadas pasadas.
Ambos equipos empezaron el encuentro jugando sin miedo, y aunque la Real Sociedad parecía que llevase el peso del partido, la primera ocasión vendría por medio de un exrealista, Jon Guridi, quien en el área rival, regateó a Hamari Traoré, pero un atento Igor Zubeldia pudo repeler su lanzamiento.
Reacción tímida del conjunto donostiarra, con más control en el juego y pocas llegadas hasta las inmediaciones del guardameta Antonio Sivera. Lo llamativo fue que el conjunto de Imanol nos tiene acostumbrados a torrentes ofensivos en los primeros 30 minutos de juego.
La ocasión más clara de la Real Sociedad llegaría a la primera media hora de juego, con un buen pase alto de Brais Méndez que dejaría solo a Mikel Oyarzabal ante el guardameta del Alavés. Aunque un atento Nahuel Tenaglia, despejaría antes de que pudiese rematar el delantero de Eibar.
La afición donostiarra sería testigo de como en el minuto 36, una mala salida del guardameta Alex Remiro, le obligaría a abandonar el terreno de juego antes del descanso por roja directa al tocar el esférico con las manos fuera del Área. La expulsión de Remiro provocó el debut de Unai Marrero en La Liga EA Sports -ya jugó en Copa del Rey ante Buñol y Andratx- y sustituyó a André Silva.
La Real Sociedad tenía que afrontar toda la segunda parte con un jugador menos, por lo que realizó algunos cambios en su planteamiento inicial, los cuales provocaron los mejores segundos 45 minutos.
La emocionante segunda parte tuvo contacto pero poco fútbol, hasta el minuto 75 que Merino no pudo evitar cometer pena máxima sobre su excompañero, Ander Guevara y que nadie protestó. Luis Rioja se encargó de mandar el balón al fondo de la portería y poner el 0-1.
Se volvería a señalar el punto de penalti pero esta vez a favor del conjunto de Imanol, pero tras revisar el VAR, el colegiado rectifico.
La Real no se lo pensó y fue en busca del empate, con una buena internada de Ander Barrenetxea por la banda izquierda y que Kubo con un disparo al larguero, provocó taquicardias en los corazones blanquiazules.
Pero sería Zubimendi quien cazó un balón suelto en el área, y con un disparo raso ajustado al poste, llevaría definitivamente la locura al Reale Arena, para desgracia de Sivera que nada pudo hacer para evitar que el balón no llegase al fondo de la portería.
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