Ha pasado mucho tiempo, quizás demasiado para volver a unos cuartos de final de la Copa del Rey
Por el camino, noches fatídicas en Miranda de Ebro, Ibiza, Palma de Mallorca o Barcelona
Qué felices éramos allá por el 2017
Con Sergio en portería, Mallo y Jonny en los laterales, Cabral y Roncaglia de defensas
Un centro del campo de ensueño, donde Radoja, Wass y el Tucu funcionaban de memoria y pintaban de color una sala de máquinas a la altura de las mejores de la competición
Y arriba el excéntrico Pione Sisto, el carisma de Guidetti y el de siempre, el genio, el líder, el goleador, Iago Aspas
Fue precisamente en Mestalla la última vez que el Celta clasificó para unos cuartos de final
Hasta ayer
Entre medias llovió mucho
Se marchó Berizzo y desfiló un entrenador tras otro
Grandes jugadores cambiaron de aires: canteranos y también leyendas
El equipo dejó de pelear por Europa para sufrir por no descender
Hubo un cambio en la presidencia e incluso varió el concepto de fútbol de salón que el Celta llevaba por bandera
Pero ayer, en Mestalla, como hace 7 años
Con Jaume en la portería, con un gol de penalti a favor, otro encajado y tras una ventaja considerable
El equipo se dio un homenaje en la Copa del Rey como hacía tiempo
Primera parada: Turégano
Segunda parada: Sestao River
Tercera parada: Amorebieta
Cuarta parada: Mestalla
El viernes saldremos de dudas, pero por lo pronto habrá una quinta parada en este bonito viaje
Ojalá que después de tantos años, sea en Balaídos con la afición
Con Aspas como último bastión de lo que algún día fue el Celta del Toto, el equipo vuelve a estar entre los ocho mejores de la Copa del Rey