Como ya sabemos por casi todos los medios nacionales, el mediocentro del Sevilla FC, Ivan Rakitic, ha decidido firmar un nuevo contrato con el Al-Shabab, club de Arabia Saudí. Esta sorprendente decisión del futbolista croata a estas alturas de mercado invernal, ha sido debida a la falta de fichas que tiene el club para fichar a nuevos jugadores con ficha del primer equipo, ya que, como hemos estado viendo, las nuevas incorporaciones realizadas en este mercado, se han dado con ficha tanto de Sevilla Atlético como de cantera en general. Este problema de falta de fichas en el primer equipo se está dando por la negativa de algunos jugadores tanto a salir a otros clubes como a rescisiones de contrato, ya sean casos como los de Rafa Mir, Januzaj y Jordán. Por tanto, debido a este problema de falta de salidas de jugadores con fichas elevadas, ha provocado la salida de pesos pesados del vestuario como la de Fernando Reges hace un par de semanas y ahora la de Ivan Rakitic.
La historia del croata en el Sevilla FC no es realmente necesario contarla, habla por si sola. El sevillista llegó a la capital andaluza en hace más de una década siendo desconocido y tanto tras su primera salida al FC Barcelona como esta última a Arabia, se despide como una leyenda viva del club hispalense. Y es que, a pesar de que en los últimos tiempos no estaba en su mejor nivel, el croata además de ser clave en la consecución de la pasada Europa League en Budapest ha tenido el buen gesto de uno de los grandes capitanes de ayudar al club con su salida a sabiendas de que no estaba aportando su mejores cualidades.
Es cierto que esta salida para la afición sevillista es muy dura, ya que se trata, como he comentado anteriormente, de un peso pesado del vestuario a pesar del bajo rendimiento ofrecido actualmente, pero siendo objetivos se trata de una salida inteligente, un futbolista con ficha elevada y con poco rendimiento. Por tanto, por parte de los sevillistas, no falta más que agradecerle todo lo que ha dado al club tanto dentro como fuera del campo y la gran persona que ha sido en su largo paso por Nervión, Uno di Noi.