El central español, Gabriel Paulista, ha tenido que abandonar el Valencia Club de Fútbol para unirse al Atlético de Madrid. La noticia confirma una situación que ya estaba presente en el pensamiento de la afición valencianista y del propio entrenador, Rubén Baraja. Este advirtió: «No se les ocurrirá decirme a quién poner; yo estoy para entrenar, en el día a día, y si Paulista tiene que jugar los partidos que sean, los jugará».
El fichaje de Paulista se gesta por una cláusula en el contrato que en el momento que jugara más de 45 minutos en 20 partidos esta temporada, renovaría automáticamente. Además, la urgencia de la dirección deportiva del Atlético de Madrid para reforzar el equipo ante las repetidas lesiones de José María Giménez, los llevó a buscar rápidamente un reemplazo que se adapte al estilo de Simeone. Y ahí apareció Gabriel, quien esta temporada cumplirá 34 años.
Sin embargo, esta no fue la única oferta; el Beşiktaş turco también mostró interés en el jugador, ofreciéndole un acuerdo con un aumento salarial, opción que Paulista llegó a considerar. Sin embargo, lo deportivo prevaleció sobre lo económico en su elección. En retrospectiva, no es sorprendente que la directiva del Valencia no haya considerado una renegociación del contrato de Paulista para reducir el elevado coste de su ficha y mantenerlo en el equipo. Desde hace años, la afición está harta de la gestión deportiva por parte de los dirigentes del club.
En esta ocasión, se está abriendo la puerta de atrás a un jugador que llevaba siete años en el club, era uno de los capitanes de la plantilla y de los pocos integrantes de aquel equipo que conquistó el último título, la Copa del Rey, de la mano de Marcelino. Alguien que ha dado siempre la cara por sus seguidores, mostrando y luciendo con orgullo el murciélago de la camiseta blanquinegra. Un jugador que, por encima de todo, ha defendido los valores del Valencia y por lo que toda la afición guardará con cariño la trayectoria de un jugador con ADN valencianista, de un futbolista bronco y copero.
La salida de Gabriel Paulista plantea la pregunta de cómo el Valencia CF abordará la ausencia de uno de los jugadores que más minutos había disputado esta temporada. Especialmente tras la destacada temporada que estaba teniendo, consolidándose junto a Mosquera como una de las parejas de centrales más competitivas de la competición. Y dejando una parte del equipo importantísima para el estilo que propone Baraja con: Mosquera (19 años), Yarek (19), Diakhaby (actualmente en la Copa África) y Cenk (22).
Una vez más, Baraja se enfrenta al desafío de (re)ubicar a los jugadores y mantener el nivel competitivo del equipo. Para colmo, el dinero que se ahorra el Valencia con este movimiento, por lo que dicen los medios locales y nacionales, irá para buscar un sustituto, pero para la temporada que viene.
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