Ambos equipos iniciaban el sábado de fútbol de la jornada 23 de La Liga EA Sports con los ‘brazaletes de la esperanza’, de color verde, como parte de la campaña “Todos contra el Cáncer”, una colaboración entre La Liga y la Asociación Española Contra el Cáncer.
El Valencia, con más de 42 mil aficionados en el estadio, recibió al colista después de salir derrotado en el Metropolitano, cuando se cortó una racha de cuatro victorias consecutivas en liga. Por su parte, el Almería, con 6 puntos, buscó completar la primera victoria de la temporada.
Ambos conjuntos iniciaron el partido con una especie de “calma tensa”, queriendo mantener el balón con posesiones sin peligro y evitar de esa manera que el rival pudiera adelantarse en el partido y remar a contracorriente. Pero en poco tiempo, el partido empezó a coger un ritmo vertiginoso, donde los dos equipos llegaron al área contraria con mucha facilidad, creando un partido donde no existía el centro del campo.
Todo ello terminó en el minuto 14. El Valencia ganó un duelo áereo en el centro del campo y Foulquier puso en ventaja a Diego López. El extremo asturiano, después de una buena conducción, metió un balón raso al área, donde encontró a Hugo Duro que tuvo que dar dos pasos hacia atrás para quitarse a la defensa de encima y con la pierna derecha cruzó el balón para superar al portero luso del Granada. Hugo anotó su gol número 10, confirmando su estado de gracia. Igualmente, Diego López dio su quinta asistencia, sumando ya nueve participaciones de gol.

Poco después, en el 23’, en una jugada en estático del Valencia por la otra banda del primer gol, Gayà conectó con Pepelu y el de Denia vio el movimiento de Yaremchuk al borde del área. El centrocampista metió un centro preciso que el delantero ucraniano cazó para cruzar el balón, picándolo contra el suelo, haciendo que la estirada de Maximiano fuera en vano. Yaremchuk celebró el gol con rabia, quitándose la camiseta.

En el minuto 30, Edgar tuvo la oportunidad de recortar distancias en el marcador. Durante un córner lanzado al segundo palo por el conjunto indálico, Mamardashvili realizó una salida poco acertada, despejando mal un cabezazo y dejando el balón suelto. Edgar, al tocar el balón con la mano antes de rematar a puerta, vio su celebración frustrada cuando el VAR intervino y anuló el gol, desvaneciendo la ilusión de los jugadores del Almería
En la segunda parte, los de Gaizka Garitano salieron claramente con un marcha más. Cinco minutos necesitaron para que Alex Centelles colgara un balón buenísimo entre portero y central. Ahí encontraron a un Arribas que entró con todo y puso el 1-2 en el marcador. El gol dio una motivación extra a los jugadores, quienes, justo en la siguiente jugada, casi consiguen el empate si no hubiera sido por una buena acción defensiva de Mosquera que molestó lo justo a Ramazani y definiera mal.
El Valencia necesito de varios minutos para recomponerse y asimilar la nueva situación de partido. Diego López, uno de los destacados del Valencia hoy, demostró su habilidad en una situación en desventaja. Intentó regatear a dos defensas para adentrarse en el área. Aunque parecía que perdía el balón, logró ganar posición frente a Centelles, quien utilizó el codo para arrebatarle el balón. Esta acción resultó en un penalti a favor del equipo local. El extremo de Turón, después de la jugada, tuvo que ser retirado en camilla por mareo, acudiendo al hospital más cercano al tener el pómulo hundido. Fran Pérez le sustituyó.
Pepelu, que hasta ahora no había fallado ningún penalti, estrelló el balón en el palo. En esa misma jugada, el partido pudo pasar del 3-1 al 2-2. El Almería cogió el rechace de la jugada, se inventó una contra fabulosa y por muy poco no batió a Mamardashvili.

Durante todo el partido, el Valencia exhibió una vulnerabilidad defensiva pocas veces vista. La ausencia de Paulista pudo haber contribuido a esta debilidad, o tal vez, fue mérito del Almería, que parecía tener más energía y sentirse más cómodo en el campo, comprendiendo mejor las situaciones del juego.
Los últimos 15 minutos, excepto por una mano en el área de Centelles que se revisó sin señalar nada punible y la roja de Leo Baptistao por protestar desde el banquillo, se resumieron en muchos duelos y tensión, fruto de las ganas de conseguir un resultado positivo. Eso sí, Mosquera, con una tarjeta amarilla, demostró por qué está siendo una de las revelaciones de la liga, controlando en todo momento a los delanteros del equipo rival.
Con el pitido final, la victoria por 2-1 deja al Valencia virtualmente en el séptimo puesto, con 35 puntos y a solo 1 punto de Europa. Hace exactamente un año, a estas alturas, el equipo se encontraba en descenso, ocupando la posición 18.º. En contraste, el Almería concluyó el partido sin sumar puntos, aunque reflejando que su estilo de juego y manera de competir distan mucho de lo que indica la clasificación. No obstante, necesitan empezar a sumar de tres puntos de manera urgente.
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