El Mallorca ha dado un paso prácticamente definitivo hacia la salvación con su victoria por la mínima en el partido de hoy disputado en el estadio de Son Moix. Era un duelo marcado en el calendario por el conjunto bermellón que además se encontró con un conjunto canario que lleva como se dice vulgarmente con las chanclas puestas prácticamente más de dos meses, en los que ha sumado ocho derrotas consecutivas y obtenido únicamente un punto de los últimos treinta y tres en juego o lo que es lo mismo un empate y diez derrotas en las últimas once jornadas
Esa necesidad competitiva fue la que provocó que el conjunto local entrara al partido con una marcha más, consciente de que una victoria les acercaría de forma casi definitiva al objetivo, como finalmente así ha sido. El partido comenzó con la tónica habitual en los partidos del equipo de Javier Aguirre, es decir, constantes envíos al área buscando los movimientos de Muriqui, sin embargo, no se terminaba de concretar ese dominio en ocasiones claras hasta que cuando se llegaba a la media hora del encuentro, en una jugada fruto de un contragolpe, Jaume Costa envió un centro atrás que aprovechó el uruguayo Gio González, con un disparo que batió a Álvaro Valles, habiendo rozado previamente en Álex Suárez. Desde ese momento hasta el paso por vestuarios no ocurrió nada trascendente.
Tras la reanudación los de García Pimienta mejoraron sus prestaciones, algo que no era difícil todo hay que decirlo, y fue gracias a Alberto Moleiro que el conjunto canario comenzó a buscar las cosquillas a los bermellones que se mostraron algo faltos de fuerza y que tuvieron en el meta serbio Rajkovic a su Salvador en la única ocasión de peligro creada por, como no Alberto Moleiro, y que el meta serbio envió a corner. Al final del encuentro se llegó sin excesivos apuros por parte del cuadro de Javier Aguirre a pesar de lo ajustado del marcador.
Tras este resultado el Mallorca consigue virtualmente la salvación, si bien todavía no es definitiva, mientras que el conjunto canario alarga su pésima racha de once jornadas sin ganar, habiendo obtenido un solo punto de los últimos 33 y sumando nada más y nada menos que su octava derrota consecutiva.
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