Alemania se impuso en su segundo encuentro de la fase de grupos de la Eurocopa 2024 con solvencia y oficio ante una voluntariosa Hungría por 2-0 en el Mercedes-Benz Arena de Stuttgart, dejando sellado su pase a octavos del torneo y condenando casi con total seguridad a los magiares a la eliminación. Los húngaros comenzaron con fuerza, pero un combinado alemán a medio gas supo imponer la ley del más fuerte para resolver el choque sin apuros ni sobresaltos destacables, y sueña ya con la final del 14 de julio y con ofrecer a su afición un triunfo histórico que no logran desde 1996.
La selección alemana saltó al partido como recién levantada de la siesta, perezosa y espesa en intensidad e ideas. En cambio, los húngaros afrontaron los primeros minutos con valentía y energía, y casi sacan provecho de ello. Sallai fue el atacante más activo de los visitantes en esos primeros impases, tanto que tuvo una primera ocasión de peligro nada más arrancar y lideró la presión adelantada de los suyos para inquietar a los teutones.
El responsable de que Alemania despertase fue Kai Havertz, que gozó de una oportunidad decente antes del minuto 5, y que rozó el gol en el 10 con un disparo cruzado y potente que atajó de maravilla Gulacsi. La efervescente propuesta húngara comenzó a perder fuelle conforme Kroos y Gündogan tomaron las riendas y el ritmo del encuentro. El combinado germano, a pesar de todo, seguía sin encontrar vías para profundizar con claridad en ataque, pero el dominio del balón ya era indiscutiblemente suyo pasado un cuarto de hora de encuentro. Fueron paulatinamente percutiendo contra la replegada Hungría, agrietando su defensa hasta la llegada del primer gol, no exento de polémica, en el minuto 22.
Una pelota filtrada al corazón del área de Hungría, sin aparente peligro, la peleó Gündogan con un empujón sobre Orban que protestó toda su selección al unísono. Sin embargo, la jugada continuó y el futbolista del Barça logró pisar la bola ante Gulacsi, levantar la cabeza, y ceder atrás para Jamal Musiala, que definió con mucha potencia tras varios rebotes para abrir el marcador pese al esfuerzo de Fiola por sacar el disparo bajo palos. El VAR mantuvo unos segundos en vilo a la hinchada alemana, pero ni Danny Makkelie ni sus ayudantes estimaron conveniente señalar la carga de Gündogan como falta en ataque.
Todavía lamentándose, la selección magiar intentó reaccionar de inmediato, y metió el susto en el cuerpo a los locales con un disparo de falta directa de Szoboszlai que rechazó Neuer con mucho mérito cuando ya se cantaba el gol por la escuadra del jugador del Liverpool. Intervención de muchísimo mérito para el meta alemán, ya que tuvo que reaccionar en cuestión de segundos para evitar el gol en la segunda jugada.
El choque entró en una fase de intrascendencia casi hasta llegar al descanso, aunque Alemania mejoraba a pasos agigantados en la circulación interior del esférico en fase ofensiva. Musiala, de hecho, estuvo a punto de hacer el segundo en su cuenta particular con un gran disparo que se estrelló en el lateral de la red. Contestó Hungría logrando el empate tras otra gran parada de Neuer, pero la jugada quedó invalidada por fuera de juego de Sallai en el rechace.
Tras el paso por vestuarios, el partido continuó con la misma dinámica. Gulacsi detuvo las primeras ocasiones alemanas, con disparos de un Musiala hiperactivo y del omnipresente Kroos, mientras sus compañeros intentaban sorprender a la contra sin demasiado éxito, más allá del cabezazo de Varga que se marchó alto. Alemania, a partir del minuto 60, consiguió comenzar a descolocar la defensa magiar, cada vez más encerrada sobre sí misma, gracias a los cambios de Nagelsmann: renunció al falso ‘9’ de Havertz para introducir a un tanque clásico como Füllkrug, y decidió reservar a un Wirtz desaparecido para dar la alternativa al eléctrico Sané.
Surtió efecto, porque rebasado el minuto 65, sus pupilos consiguieron aumentar la ventaja en el marcador. Jugando en el balcón del área de Hungría, Musiala encontró con su habitual clarividencia el desmarque hacia línea de fondo de Mittelstadt para que el lateral izquierdo germano pusiera un balón suave raso al corazón del área. Gündogan, el mejor del partido hasta ese momento, apareció sin marca para batir a Gulacsi con mucha clase, prácticamente a placer, certificando el pase a octavos de los anfitriones y reforzando la vitola de favoritos de los teutones.
El resto del encuentro, los casi 25 minutos restantes, fueron un mero trámite para ambos conjuntos. Hungría, condenada a ganar a Escocia en la última jornada de la fase de grupos si quiere soñar con entrar entre los cuatro mejores terceros, se limitó a seguir defendiéndose, y Alemania bajó un par de revoluciones para no arriesgar la salud de ninguno de sus futbolistas, aunque tampoco renunció a seguir atacando para mantener unos guarismos que la sitúan como el mejor ataque del campeonato. Mucho cuidado, porque juegan en casa, siguen creciendo en juego y sensaciones, y quieren regalarle en su canto del cisne particular a Toni Kroos el único título que falta en su palmarés para redondear una trayectoria legendaria.
FICHA TÉCNICA:
Alemania: Neuer; Kimmich, Rüdiger, Tah, Mittelstadt; Andrich (Can, min.72), Kroos, Gündogan (Undav, min.84); Musiala (Führich, min.72), Wirtz (Leroy Sané, min.58) y Havertz (Füllkrug, min.58).
Hungría: Gulacsi; Fiola, Orbán, Dárdai; Nagy (Kleinheisler, min.64), Schafer, Bolla (Adam, min.75), Kerkez (Nagy, min.75); Sallai (Csoboth, min.88), Szoboszlai y Varga (Gazdag, min.88).
GOLES:
1 – 0, min.22, Musiala.
2 – 0, min.67, Gündogan.
ÁRBITRO: Danny Makkelie (NED). Amonestó a Rüdiger (min.27) y Mittelstädt (min.89) por parte de Alemania. Y a Varga (min.22) y Csoboth (min.94) en Hungría.
ESTADIO: MHP Arena (Sttutgart).
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