«Si no juego me marcharé en verano o en invierno» fueron las palabras de Horatiu Moldovan mostrando su descontento por la falta de minutos en el Atlético de Madrid. El guardameta rumano, que llegó al club madrileño el pasado invierno tras la salida de Grbic, asumió el rol de suplente por detrás de la figura de Jan Oblak. Sin embargo, la falta de oportunidades en la Copa del Rey o en las últimas jornadas de LaLiga en las que el Atlético no se jugaba nada han provocado el hartazgo del rumano. Así lo expreso el pasado 12 de junio en una entrevista con un medio de su país, dejando claro que su futuro no iba a estar ligado al Atlético de Madrid si la situación no cambiaba.
Pues bien, pasados casi diez días desde aquellas declaraciones, el conjunto colchonero ya está moviendo ficha ante la posible salida de Moldovan. Y el elegido para ocupar la vacante que podría dejar el portero rumano es Ilya Pomazun, guardameta ruso propiedad del CSKA Moscú que esta temporada ha estado cedido en el FC Ural. Así lo han adelantado tanto el «Club Uria» en Twitch, programa que realiza el periodista español Rubén Uría, como el periodista armenio Thibaud Vezirian en Le Dèj Foot. Pomazun, de 27 años, llegaría en calidad de cedido para asumir un papel secundario en el que no se garantizan minutos.
El portero ruso cuenta con un valor de mercado de 2 millones de euros según Transfermarkt y esta temporada ha sido titular indiscutible en su equipo (34 partidos disputados, un total de 3.090 minutos, y 50 goles encajados). Ahora podría recalar en un equipo de primer nivel como es el Atlético de Madrid para suplir el adiós de Horatiu Moldovan, un futbolista que llegó a Madrid para ocupar el vacío de Grbic y que, seis meses más tarde de su llegada, busca salir para escapar de la sombra de Jan Oblak.
Titular indiscutible
Moyá, Adán, Grbic, Lecomte y Moldovan han sufrido desde 2015 la titularidad indiscutible de Jan Oblak en el Atlético de Madrid. Solo Moyá fue capaz de sentar al esloveno en sus primeros meses en Madrid, pero tras su lesión en el partido ante el Bayer Leverkusen en Champions League cambió la historia y comenzó la leyenda de Jan Oblak. Desde entonces, solo las lesiones y algunos partidos de la Copa del Rey han conseguido alejar al guardameta de una portería que tiene su nombre grabado a fuego. Una dominancia que ha relegado al resto al banquillo, llegando en algunos casos a no disputar ni un solo minuto como colchoneros, como es el caso del propio Moldovan. Un reinado que parece no tener fin, al menos hasta que el esloveno lo decida, pues su trayectoria en el Atlético es merecedora de terminar cuando Oblak quiera.