La temporada del CD Leganés no ha pasado desapercibida para nadie. Un año en el que se ha logrado el ascenso es a la vez un curso en el que los jugadores pepineros se han destapado a ojos de otros equipos como figuras muy interesantes de incorporar a sus plantillas. Es el caso de Diego Conde, el Zamora de LaLiga Hypermotion que ha encajado 26 goles en 39 partidos, dejando su portería a cero en un total de 17 encuentros. Un rendimiento diferencial que, sumado a su baja cláusula de rescisión, convierte a Diego Conde en una alternativa de la que muchos equipos de Primera están pendientes en este mercado de fichajes.
Y uno de ellos es el Villarreal, un equipo que tiene a Diego Conde como uno de los candidatos favoritos para competir por la portería groguet con Filip Jorgensen. No obstante, el guardameta danés parte con el papel de titular en el submarino amarillo, aunque la idea del Villarreal es la de fichar a un jugador verdaderamente capaz de pelear por la titularidad con él. Y ahí entra Diego Conde, que a sus 25 años vive un momento de esplendor futbolístico tras dejar atrás varias temporadas en las que su protagonismo había sido prácticamente inexistente.
Formado en la cantera del Atlético de Madrid, Diego abandonó las filas colchoneras para vivir una primera etapa en el Leganés que se saldó con solo tres actuaciones. A pesar de esto, el conjunto pepinero trató de retener al guardameta, algo que no logró porque Conde dio el salto a Primera de la mano del Getafe. Un equipo en el que tampoco gozó de oportunidades en las dos temporadas en las que estuvo presente antes de volver al Leganés la temporada pasada. Entonces sí, el portero obtuvo el protagonismo necesario para brillar y para alcanzar el rendimiento que ha ayudado a que el equipo blanquiazul vaya a estar este curso en la élite del fútbol español.
Sin intenciones de marcharse
Esa forma de consolidarse en el Leganés llevaron al propio Diego Conde a no querer marcharse del equipo pepinero. De hecho, el día del ascenso, el guardameta confirmó esas intenciones al Diario AS, aunque también dejó abierta la puerta de salida. «Tengo contrato, soy feliz aquí. Lo que tenga que ser, será». Unas palabras que con el tiempo, unido a la falta de noticias sobre su renovación, ponen en vilo a una afición y a un equipo que recibirían un gran mazazo si se acaba marchando una de las piezas clave del esquema de Borja Jiménez. Queda mucho mercado de fichajes y el futuro de Diego Conde sigue en el aire, sobre todo por esa cláusula de rescisión inferior a los cinco millones de euros que convierten al portero en una ganga. Marcelino quiere al jugador en el Villarreal y el submarino amarillo permanece atento a cualquier novedad sobre su situación.
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