Con solo dos billetes restantes para acceder a los cuartos de final de la Eurocopa, Rumanía y Países Bajos se enfrentaban en el Allianz Arena. Dos selecciones que han sorprendido, para lo bueno y para lo malo, en la cita europea. Rumanía se clasificó en primer lugar del grupo E, a la postre catalogado como el «grupo de la muerte», para plantarse en octavos de final y soñar con unos cuartos que no alcanzan desde hace 24 años. Y en el otro lado del campo, Países Bajos, que se clasificó como tercera tras compartir fase de grupos con la revelación del torneo, Austria, y con la todopoderosa Francia. Unos acompañantes poco agradables antes de afrontar una fase final que, gracias a los emparejamientos, les hace soñar con alcanzar cotas altas en esta Eurocopa.
Primera parte
La ilusión de Rumanía por estar en cuartos quedó patente desde el pitido inicial del partido. La selección de Iordanescu salió extramotivada al encuentro y lejos de afrontar el choque con miedo, saltó sin ningún complejo a enfrentar a un conjunto de mayor nivel. Porque esa es la realidad, Países Bajos era la favorita por mucho que su clasificación hubiera llegado de aquella manera y lo lógico, aunque en el fútbol no existe mucho, es que la oranje se impusiera. Y aunque el arranque estuvo marcado por esa energía de Rumanía, el paso de los minutos fue colocando a cada selección en su sitio.
Países Bajos empezó a tomar las riendas del encuentro y su dominio se materializó a la par en las primeras ocasiones. Todas ellas protagonizadas por las bandas, donde Gakpo y Dumfries estaban causando auténticos quebraderos de cabeza a la defensa rumana. Y tanto era el nivel de peligro que acabó llegando lo inevitable. Gakpo recogió la pelota en la banda, encaró al lateral, recortó hacia dentro y golpeó un remate seco que se coló por el primer palo de la portería de Nita. La jugada típica del extremo del Liverpool acabó en el fondo de la red por más que el guardameta de Rumanía la rozó sin éxito y Países Bajos se ponía por delante en la eliminatoria.
Una ventaja que llevó a los extremos el escenario de partido que se estaba viviendo. Porque Países Bajos se creció y fue a por más, y Rumanía, que tenía que dar un paso al frente, quedó mermada por el tanto encajado y comenzó a sufrir un asedio que les hacía tambalear jugada tras jugada. Era un monólogo total de los de Koeman, que estaban sometiendo por completo a su rival con la correspondiente amenaza de la llegada de más goles. Pero para fortuna del cuadro rumano, a Países Bajos se le apagaba la luz cuando tocaba definir y el descanso establecía la calma en un tornado neerlandés que pudo marcharse a vestuarios con el partido sentenciado y que, en cambio, decía adiós a la primera mitad con una ventaja mínima.
Segunda parte
El parón le vino bien a Rumanía, que trató de cambiar las tornas del partido en un comienzo que amenazó con romper el dominio de Países Bajos, aunque lo cierto es que fue un espacio de tiempo demasiado breve para los intereses de la selección de Iordanescu. Porque la Oranje, que había arrancado fría el segundo tiempo, volvió por los fueros que le habían llevado a ser un ciclón imparable. Las bandas volvían a percutir, el ritmo de juego volvía a poner en aprietos a Rumanía y las ocasiones llegaban de nuevo para el equipo de Koeman.
Eso sí, la efectividad seguía sin hacer acto de presencia y toda la brillantez que exhibía Países Bajos en la construcción de las jugadas se apagaba en ese broche final que nunca llegaba y que, como consecuencia, dejaba el partido abierto. Un riesgo que podía pagarse caro en un final de partido que iba a ser una invitación a Rumanía de agarrarse a la Eurocopa, pues la diferencia solo era de un gol y dejar con vida al rival es algo que no suele salir bien en el fútbol.
Pero tras muchas ocasiones desperdiciadas, finalmente llegó lo que debía de haber llegado mucho antes. Fue Gakpo el protagonista, quién si no, el que imitó a un funambulista sobre la línea de fondo para evitar que se escapara la pelota y, tras lograrlo, regalarle un caramelo a Malen. Solo había que empujarla y eso hizo Malen, la mandó para la jaula para poner el broche definitivo a un partido de claro dominio neerlandés. Eso sí, antes de finalizar Malen se regaló otro gol más en un contragolpe que él se cocinó y él mismo definió con una Rumanía totalmente volcada.
Una victoria contundente, un partido que podía haber acabado en goleada y Países Bajos clasificada a la siguiente fase del torneo. Los de Koeman se habían impuesto con claridad y el triunfo confirmaba su superioridad y su estancia en la próxima ronda de la Eurocopa, acabando así con el sueño rumano de volver a los cuartos 24 años después.
Ficha técnica
XI Rumanía: Nita, Ratiu, Dragusin, Burca, Mogos (Racovitan, 38´), Marius Marin (Cicaldau, 71´), Dennis Man, Razvan Marin, Stanciu, Hagi (Alibec, 71´) y Dragus (Mihaila, 71´). |
XI Países Bajos: Verbruggen, Dumfries, De Vrij, Van Dijk, Aké (Van de Ven, 68´), Schouten (Veerman, 68´), Reijnders, Gakpo (Weghorst, 83´), Simons, Bergwijn (Malen, 46´) y Depay (Blind, 91´). |
Goles: Gakpo (19´)(0-1), Malen (83´)(0-2), Malen (93´)(0-3) |
Amonestaciones: Razvan Marin, Stanciu (Rumanía) |
Incidencias: Allianz Arena (Múnich) | Árbitro: Zwayer / Árbitro VAR: Dankert |