El centrocampista palaciego está cuajando una Eurocopa sublime. Su influencia es enorme, tanto en ataque como en defensa. Olvidado durante la era Luis Enrique, el jugador del PSG es una pieza fundamental para los planes de Luis de la Fuente.
Que bueno es conocerse
Se habla mucho de Lamine Yamal, de Nico Williams, incluso de Carvajal, Rodri o Cucurella, pero si hay un futbolista que la está rompiendo en esta Eurocopa, ese es Fabián Ruíz. El canterano bético es intocable para Luis de la Fuente. El seleccionador riojano lo conoce bien, pues ya le tuvo a su entera disposición en las categorías inferiores de la selección española. Defenestrado por Luis Enrique en la selección, De la Fuente le ha recuperado para la causa. El debut ante Croacia, gol y asistencia, sirvió de aviso a navegantes. Pero el fenomenal desempeño del centrocampista andaluz no se quedó ahí, volvió a firmar sendos partidazos frente a Italia y Georgia, este último, saldado con otro tanto y otro pase de gol a Nico Williams.

En perfecta armonía y juntitos de la mano, Fabián en el campo y De la Fuente en el banquillo, brillaron en la Eurocopa sub 21 de 2019. En aquel torneo, celebrado en Italia, el espigado centrocampista sevillano bordó el fútbol. Precisamente en la final de aquel Europeo, la Rojita se impuso a Alemania, oponente este viernes (18.00) en Stuttgart. Que se ande con ojo la Mannschaft.
Unas cualidades extraordinarias
Las virtudes de Fabián no se limitan exclusivamente a repartir asistencias y marcar goles. A sus 28 años, su influencia en el juego de España es brutal. El futbolista de Los Palacios posee un gran disparo desde fuera del área, constantemente busca la verticalidad con sus entregas y es solidario a la hora de ayudar a los compañeros en la faceta defensiva. Por si fuera poca aportación, es el segundo futbolista que más balones recupera (29) en todo el torneo (solo por detrás de Kochorasvhili) y también lidera la lista de jugadores que más balones roba (16) en campo rival.

Fabián es un jugador que siempre tiene la progresión del juego en la mente. Cuando recupera o recibe el balón, de manera rápida y precisa, busca lanzar a los extremos (Nico y Lamine) o al delantero (Morata). Así llegó el gol de Morata frente a Croacia y el de Nico ante Georgia. Recibe, mira y coloca el esférico. Sus labores en la creación de juego ofensivo no deben opacar su compromiso defensivo. En la Roja de Luis de la Fuente, la solidaridad es innegociable. Fabián suele detectar bien los espacios libres a la hora de defender, aprovechando posibles rechaces o despejes para montar contragolpes fulgurantes. Por otra parte, la presencia de Rodri le otorga más libertad a Fabián. Es decir, el mediocentro del City actúa de ancla en la sala de máquinas, lo que permite a los interiores, Fabián y Pedri, llegar más cerca del área rival. En esas alturas del campo, el enorme talento que atesora el palaciego, brilla aún más.

Una personalidad marcada
A Fabián no le gusta montar ajetreo ni estar en el ojo del huracán. Los que le conocen, saben que se siente a gusto manteniendo un perfil bajo, sin presumir lo más mínimo. Él no se cree una estrella y la humildad y el esfuerzo son rasgos primarios de su marcado carácter. Sin quedar por encima de nadie, es un futbolista querido y respetado, tanto en el PSG como en la selección nacional. A pesar de ser un pilar básico para los planes de Luis de la Fuente desde que el riojano aterrizó en la Roja, Fabián no daba por hecha su convocatoria para la Eurocopa. «Ya veré que hago con las vacaciones, aún no sé si voy a ir convocado o no», expresaba el mediocentro. Contra Alemania volveremos a verle en acción, y esperemos, por el bien de los nuestros, que su Eurocopa siga siendo tan magnífica como hasta la fecha.