La subcampeona del mundo avanza a semifinales tras un partido tétrico que se resolvió desde los 11 metros. Ni rastro de Mbappé ni de Cristiano. Joao Félix erró el penalti decisivo. El martes, a las 21:00, ‘Les Bleus’ se medirán a la selección española en Múnich.
Sin fluidez no hay ocasiones
Con la resaca de la agónica victoria de España ante Alemania, empezó el partido en Hamburgo. En juego, un lugar de privilegio entre las mejores selecciones del viejo continente. Ninguna novedad en Portugal con respecto al partido de octavos frente a Eslovenia. Sí introdujo cambios Deschamps, Camavinga entró por el sancionado Rabiot y Kolo Moani relevó a Marcus Thuram. Mucho respeto en los primeros compases, conocedores ambos combinados, que un error en este tipo de eliminatorias, te manda de vuelta a casa.
El guion del encuentro era el esperado. Los lusos manejando el esférico, sin mucha rapidez eso sí, y los galos replegados en un bloque bajo esperando contragolpear con los Mbappé, Kolo Moani y compañía. La primera ocasión llegó de las botas de Theo Hernández, que con un latigazo desde fuera del área probó a Diogo Costa. Con media hora de juego transcurrida, nada hacia pensar que el choque fuese a tener un giro drástico de los acontecimientos. Mucho miedo y poca voracidad. Mucho pase, poca profundidad. Las defensas abortaban todo aviso de ataque prometedor. En encuentros tan cerrados, los zagueros tienden a brillar por encima de los virtuosos atacantes. Emergió la figura de Saliba, el mejor de la primera mitad. El central del Arsenal estuvo expeditivo, seguro y rápido al cruce para cercenar las acometidas de la Selecao. Sin mucho ruido, los primeros 45 minutos llegaron a su fin.
Dembelé, el agitador
Con más corazón que fútbol, Portugal intentaba abrir el entramado defensivo de Francia. Pero con una circulación de balón lenta, la tarea se antojaba compleja. Todo el caudal de juego portugués corría en la misma dirección, aperturas a Leao y que el extremo del Milán desequilibrase, a veces con acierto y otras con demasiadas prisas. 60 minutos tardó la Portugal de Roberto Martínez en acordarse de que en este deporte hay porterías. Un gran desmarque al espacio de Bruno terminó con una mano antológica de Maignan. Otra cabalgada fulgurante de Leao encontró a Vitinha llegando desde atrás, su finalización, centrada, se topó de nuevo con Maignan.
El tarro de las esencias se destapaba. Portugal inquietaba, Francia respondía. Lo hizo Kolo Moani, pero en una acción defensiva primorosa de Rubén Días, el fenomenal central del City abortaba lo que parecía un gol cantado. Deschamps miraba al banquillo en busca de agitadores, quién mejor que Dembelé pensaría el técnico bayonés. El mosquito, nada acertado en este torneo, entró para causar estragos en la retaguardia lusa. Primero asistió a Camavinga, pero el mediocentro del Real Madrid no colocó su remate entre los tres palos. Acto seguido, Ousmane se marcó un Juan Palomo. Yo me lo guiso, yo me lo como. Lástima para él que su golpeo se marchase lamiendo el larguero. La prórroga parecía inevitable en Hamburgo. Solamente Kanté se asomó al área rival en los últimos compases de un encuentro abocado al tiempo extra.
Prórroga
La electricidad de Francisco Conceicao, que entró sustituyendo a Bruno, dio más dinamismo a la ‘Selecao‘. De su habilidad nació un nuevo acercamiento luso, encontró a Cristiano, pero el astro de Madeira dejó el cuerpo demasiado atrás y vio como se esfumaba una oportunidad manifiesta de gol. Cuando Portugal combinaba con fluidez, encontraba grietas en la bien poblada defensa de ‘Les Bleus’. La lástima es que esa rápida circulación de pelota duraba poco, demasiado poco. Los primeros 15 minutos de la prórroga se esfumaron sin nada reseñable salvo la citada ocasión de Ronaldo.
La cautela reinaba. La sombra de los penaltis empezaba a asomarse sobre el Volsparkstadion. El tiempo pasaba lento y nadie arriesgaba. Sin colmillo y sin ganas de atacar, es muy difícil hacer gol y a pesar de que Portugal proponía y proponía, la sucesión de pases era más un parabrisas que un intento de inquietar a Maignan. Los dos aspirantes daban por buena la tanda, y para que nos vamos a engañar, es lo mejor que lo podía pasar a un encuentro que para el espectador neutral ha sido difícil de digerir. Los 11 metros, una vez más, iban a otorgar el segundo billete a semifinales.
Penaltis
Dembelé anota para Francia (1-0); Cristiano anota para Portugal (1-1); Fofana anota para Francia (2-1); Bernardo Silva anota para Portugal (2-2); Koundé anota para Francia (3-2); Joao Félix falla su penalti (3-2); Barcola anota para Francia (4-2); Nuno Mendes anota para Portugal (4-3); Theo Hernández anota para Francia (5-3).
Ficha Técnica
Árbitro: Michael Oliver
Estadio: Volsparkstadion (Hamburgo)
Amonestaciones: Palhinha 79′; Saliba 83′.
XI Portugal: Diogo Costa; Cancelo (Semedo 75′); Pepe; Rubén Días; Nuno Mendes; Palhinha (Rubén Neves 90′); Vitinha; Bruno Fernandes (Conceicao 75′); Bernado Silva; Rafael Leao (Joao Félix 115′); Cristiano Ronaldo.
XI Francia: Maignan; Theo Hernández; Saliba; Upamecano; Koundé; Kanté; Camavinga; Tchouameni; Griezmann (Dembelé 67′); Kolo Moani (Thuram 85′) Mbappé.