Con cerca de 75.000 aficionados abarrotando las gradas del Nuevo Bernabéu, el astro francés fue presentado oficialmente como nuevo jugador del Real Madrid. Florentino, Pirri y Zidane, fueron sus acompañantes.
Una presentación galáctica
Dice el refranero español que el tiempo vuela sin alas. Todo en esta vida llega, tarde o temprano, pero llega. Kylian Mbappé y el Real Madrid siempre han parecido estar predestinados el uno al otro, pero por diversas circunstancias, el matrimonio entre ambas partes no se terminaba de concretar. Desde que Kylian naciera en la localidad francesa de Bondy hace 26 años, su deseo imperioso era jugar para el Madrid. Desde bien pequeño, llenó su habitación de posters del Real Madrid, el club de sus amores. En 2012, de la mano de Zinedine Zidane, ídolo en Francia, conoció la ciudad deportiva de Valdebebas. Hoy, 16 de julio de 2024, el crack galo ha cumplido su sueño.

El Real Madrid se encargó de darle una calurosa bienvenida a Kylian, a la altura de su magnitud como futbolista. El acto tenía establecida su hora de inicio a las 12:00, terminó siendo un poco más tarde. Tras pasar los pertinentes reconocimientos médicos, era el momento de firmar el contrato que le vinculará a la entidad de Chamartín durante las próximas cinco temporadas. Todos estos prolegómenos se iban emitiendo en los videomarcadores de un Bernabéu que se iba llenando poco a poco. A eso de las 12:20 de la mañana, el maestro de ceremonias, Florentino Pérez, salió al césped retráctil del santuario blanco. Estuvo acompañado de Pirri; presidente de honor, y de Zidane; leyenda del club y de la selección francesa.
Una salida triunfal
El presidente tomó la palabra para desatar la locura de los más de 75.000 fans que se aglutinaban en el graderío. Algunas de sus frases ya se las pueden imaginar, porque son tan icónicas como las noches de Champions en el paseo de la Castellana. «Hoy, damos la bienvenida a Kylian Mbappé…», expresaba el mandamás del campeón de Europa. Acto seguido, vestido ya de corto, y con el 9 a la espalda, Mbappé hizo una entrada triunfal en su nueva casa. El sonido del Bernabéu, techado por cierto, era ensordecedor. El francés puso dirección hacia el escenario montado sobre la hierba, allí saludó a Zidane, Pirri y Florentino.
Hacía mucho tiempo que no se respiraba un ambiente igual en una presentación, probablemente desde que Cristiano Ronaldo llegara al conjunto merengue en 2009. Florentino, volvió a entonar la palabra, «Querido Kylian, ya estás aquí, enhorabuena. Esta afición hoy te acoge y estará contigo hasta el final. Has conseguido tu sueño porque no te has rendido nunca y estás aquí, porque has querido. Sólo tu fuerza de voluntad ha hecho esto posible. Gracias por hacer un esfuerzo que muchos ni se imaginan. Bienvenido a tu casa, bienvenido al Real Madrid”.
Era el turno del futbolista. «Buenos días», exclamaba con una sonrisa de oreja a oreja Mbappé. La grada estalló de júbilo. «Voy a intentar hablar en español», proseguía Kylian. «He soñado muchas noches con esto y hoy se hace realidad. Gracias al presidente y a todos los que han trabajado para que esté aquí. Sé que ha sido difícil, pero soy jugador del Real Madrid», manifestó el flamante fichaje. «Que bese el escudo», gritaban los miles de aficionados. Mbappé lo besó sin titubear. La felicidad era extrema.
“Ahora tengo un sueño, ganar con el Real Madrid. Quiero decir a los niños que yo fui como vosotros, tenía un sueño y hoy lo hago realidad. Sólo tengo un consejo: pasión y soñar, eso te lleva a conseguir lo que quieras. Hoy estoy yo aquí, pero la próxima vez puede estar uno de vosotros», sentenció el delantero parisino. Era el momento de sellar una presentación legendaria con ese grito de guerra que identifica a cualquier madridista. «1,2,3… ¡Hala Madrid!, gritó Mbapé.
Con ese grito de guerra y una foto junto a las 15 orejonas que figuran en las vitrinas del Bernabéu, la ceremonia llegaba a su fin. Todo salió a pedir de boca. El primer día de Mbappé como jugador del Real Madrid perdurará en sus memorias para siempre, también en las del club y sus millones de seguidores, repartidos por todo el planeta. Una nueva era galáctica va cogiendo forma. Kylian, junto a otras estrellas como Vinícius JR, Bellingham o Rodrygo, está llamado a la gloria. El día de hoy ya es parte de la rica historia que atesora el Real Madrid. Después de muchas idas y venidas, Mbappé ya luce de blanco. Ese blanco impoluto que soñaba desde pequeño con vestir y que ya es una realidad.