A estas alturas, pero en el verano de 2023, uno de los nombres propios que se relacionaban con el Atlético de Madrid era el de Pierre-Emile Hojbjerg. El centrocampista danés del Tottenham era el deseo del club madrileño para reforzar el pivote de su centro del campo, una demarcación que permanecía vacante y que todavía hoy guarda esa condición. Por entonces, el Atlético trató de convencer al Tottenham para que dejara salir a un Hojbjerg que había dado el ok a los colchoneros para enfundarse la elástica rojiblanca. Sin embargo, no hubo acuerdo entre clubes y el Atlético afrontó la temporada sin un «5» y Hojbjerg continuó con los spurs.
Ahora, un año después de aquello, el Atlético sigue teniendo entre sus cuentas pendientes encontrar un centrocampista de corte defensivo. Un futbolista que pueda liberar a Koke de jugar en una posición que le sobrepasa en tono físico en ciertas situaciones y que le frena a la hora de dar un paso adelante en la creación de ocasiones cerca del área rival. Sin embargo, por el momento no parece que ese fichaje vaya a llegar, más si se tiene en cuenta que el gran deseo del Atlético este año para esa posición es Éderson y la Atalanta pide cerca de 50 millones de euros.

Una cifra superior a la que ya demandó el Tottenham por Hojbjerg el año pasado y a la que el Atlético ni se acercó, así que las conclusiones son obvias. Y lo que también es seguro es que Pierre-Emile Hojbjerg ya no será una opción real para la medular colchonera, pues el danés tiene nuevo equipo. El Olympique de Marsella ha conseguido convencer al jugador y al club inglés, y ha cerrado el traspaso de Hojbjerg por una cifra cercana a los 14 millones de euros. Una cantidad, a priori asequible para el Atlético de Madrid, aunque el que fuera el gran anhelo del verano pasado no era más que una opción secundaria en los actuales planes rojiblancos.
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