No había dudas, aunque sí existían varios nombres. El objetivo del Atlético de Madrid para su nueva delantera lleva fijado desde el final de LaLiga y siempre ha tenido el mismo nombre y apellidos: Artem Dovbyk. El futbolista ucraniano era el deseo colchonero para reforzar su ataque de cara al nuevo curso y ahora, varios meses después, ese deseo puede cumplirse esta misma semana. Y es que el conjunto rojiblanco, ante las salidas de Depay y Morata, ha dado un acelerón en las negociaciones con el Girona y el acuerdo está muy cerca de alcanzarse.
La operación, que se encontraba en punto muerto ante la negativa del Atlético a pagar los 40 millones de euros de la cláusula del jugador, se ha acelerado en las últimas horas. Finalmente, el club catalán ha accedido a rebajar sus pretensiones y a negociar un acuerdo por debajo de la cláusula del ucraniano, motivado también por la aprobación del jugador a dejar el Girona y poner rumbo a Madrid. Dovbyk, que fue Pichichi la temporada pasada, tiene a sus 27 años la posibilidad de dar un salto en su carrera y firmar un gran contrato, una oportunidad única que no quiere dejar escapar.
Así que, con las tres partes buscando un acuerdo de beneficio mutuo, el Atlético ha subido su oferta inicial (25 millones) y el traspaso podría cerrarse alrededor de los 35 millones de euros incluidas una serie de variables de fácil cumplimiento. Una propuesta que ahora sí convence al Girona llegando incluso al punto de que solo restan una serie de flecos para que el acuerdo se cierre y Dovbyk sea nuevo jugador del Atlético de Madrid. Un refuerzo que podría ser el primero del mercado colchonero, a expensas de la oficialidad de Le Normand.
Podría no ser el único delantero en llegar
Lo cierto es que la llegada de Artem Dovbyk podría no ser la única en materia ofensiva. Ante la salida de Depay y Morata, el conjunto madrileño ha visto despoblada su parcela atacante, lo que obliga a buscar más refuerzos que cubran las vacantes. En ese sentido, el sueño de ver a Julián Álvarez vestido de rojiblanco continuará vigente hasta final de mercado a sabiendas de que es una operación compleja, pero no imposible. No obstante, también se manejan otras alternativas como es el caso de Niclas Füllkrug, que busca acomodo lejos de un Dortmund sobrepoblado en ataque tras la llegada de Guirassy.
El delantero alemán podría salir por una cifra inferior a los 20 millones de euros, una cifra razonable que el Atlético podría asumir. Sin embargo, ante la necesidad de reforzar otras parcelas del campo, el club valora invertir esa cantidad en otras posiciones y dejar en el aire la llegada de otro punta. Aunque las dudas sobre la continuidad del resto de delanteros que tiene Simeone a su disposición podrían alterar ese supuesto. Y es que Correa se debate entre seguir o marcharse, algo que ya estuvo cerca de suceder el pasado mes de enero; Samu Omorodion cuenta con un interés muy fuerte de la Premier League y si llega una gran oferta podría marcharse; y Carlos Martín podría acabar cedido en algún equipo de LaLiga para gozar de minutos y seguir creciendo como futbolista.
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