
El Real Betis cuajó un partido completo ante el Liverpool FC, pero no supo arreglar sus carencias y terminó cayendo por 0-1 con un solitario gol del futbolista húngaro Dominik Szoboszlai, que no perdonó a Adrían San Miguel el día de su redebut, contra su exequipo, con la elástica de las trece barras.
Como el anterior encuentro de pretemporada, el conjunto verdiblanco comenzó tratando de ser protagonista con la pelota, pero sin éxito. Las imprecisiones se apoderaron de los jugadores heliopolitanos, que se vieron superados por la presión y la calidad de los «reds». Pese a salir con una alineación medio reconocible, el Betis no tuvo muchas opciones en la primera mitad del choque, dada su falta de continuidad en las jugadas y una pobre actuación ofensiva; sólo Romain Perraud y Nabil Fekir les metieron un poco de miedo a sus contendientes. El Liverpool fue el equipo que más ocasiones tuvo y que más finalizaciones a puerta hizo, con ataques constantes mediante Endo y Mohamed Salah. En el minuto 33 de juego, Dominik Szoboszlai mandó el balón al fondo de las mallas y con ese tanto, fue suficiente para condenar al Real Betis a la derrota en Pittsburgh.
Si bien es cierto que los verdiblancos reaccionaron tras el tanto y practicaron buen fútbol por momentos, sus esfuerzos no fueron suficientes para derrocar al Liverpool, que, envalentonado, siguió imponiendo su juego de posesión con varias ocasiones por el camino. Las partes más positivas del encuentro en clave Betis, fueron las actuaciones individuales de William Carvalho, que parecía dispuesto a resurgir de sus cenizas como un ave Fénix, y Nobel Mendy, con una presencia brutal en el área, control de juego aéreo, anticipación y buenas entradas que sorprendieron para bien a todo el staff de Manuel Pellegrini. La maquinaria todavía no termina de carburar y el Ingeniero tendrá que buscar, más allá de las posibles nuevas incorporaciones, algún tipo de cambio en el estilo del equipo para intentar llegar al 100% al inicio liguero.