Girona 4-0 Osasuna: Los de Michel empiezan a carburar y arrasan al conjunto navarro

La primera jornada intersemanal de esta temporada de LaLiga EA Sports se ha cerrado en el día de hoy con dos partidos. El Girona se enfrentaba a Osasuna teniendo todavía en la memoria el repaso que habían sufrido en el choque anterior en el Cívitas Metropolitano contra el Atlético de Madrid. Un duelo en el que los colchoneros fueron muy superiores a los catalanes y que hacía que entraran las dudas sobre si iban a ser capaces de competir esta campaña como lo hicieran en la anterior, además de poner en evidencia algunas necesidades de la plantilla.

Para el día de hoy Michel ha hecho hasta dos cambios en el once titular, dando entrada a Francés por Arnau Martínez en el lateral derecho y dejando a Oriol Romeu en el banquillo, que ha sido sustituido por el macedonio Miovski. Esto ha significado un cambio de esquema claro, pasando de su tradicional 4-3-3 de lo que iba de campaña a un 4-4-2 en el que Abel Ruiz ha actuado como segundo punta, tratando de ayudar al nuevo fichaje a encontrar espacios y combinando con las bandas.

Por su parte los navarros han llegado en una buena dinámica al encuentro después de lograr un empate en la primera jornada y de derrotar al Mallorca en la segunda. La mejor noticia para ellos era haber encajado únicamente un gol en estos dos partidos, demostrando una gran solidez defensiva que será crucial para su devenir en este año de LaLiga EA Sports. Como novedades principales por parte de los rojillos han destacado los laterales, posiciones en las que Areso (tocado) y Bretones han dejado su sitio a Juan Cruz y Nacho Vidal. Además se ha quedado fuera Rubén García, que estaba firmando buenas actuaciones.

El Girona domina en la primera parte

El partido comenzó y el cuadro catalán salió dispuesto a tener el balón y proponer juego, tal y como nos tiene acostumbrados el técnico vallecano desde hace tiempo. El Osasuna por su parte no quería arriesgar para nada, de modo que optaron por esperar bien cerrados atrás y tratar de buscar las contras. Los catalanes movían y movían el balón pero no lograban encontrar espacios, eso sí, con un Bryan Gil muy insistente que no paró de intentarlo y que fue sin lugar a dudas el mejor de la primera parte.

Poco a poco los de arriba empezaban a animarse y la sólida defensa de los navarros iba a comenzar a tener problemas para repeler tantas ofensivas. El extremo sevillano era un auténtico incordio para Nacho Vidal, tanto con balón como sin él, buscando continuamente encarar o la espalda del lateral en aquellos momentos en los que el juego transcurría por la banda de Tsygankov. Fue de hecho el ucraniano el que en una gran acción pone un balón excepcional al segundo palo al que Bryan Gil se lanza con valentía para terminar batiendo a un Sergio Herrera muy cabreado con su zaga por permitirle empujar completamente solo la pelota hacia la red.

La dinámica del choque no iba a cambiar después de que se abriera la lata, pese a que se podía esperar un paso al frente de los rojillos. Estos hicieron al contrario, mantuvieron el plan inicial y se fueron al descanso con la buena noticia de que la distancia fuera de únicamente un tanto. Por su parte, pese a ir ganando, los rojiblancos no podían estar del todo contentos ya que tuvieron la oportunidad de aumentar la ventaja gracias a un gran centro de un superlativo Bryan Gil que por poco Abel Ruiz no transforma en el segundo. Llegaba de esta manera el descanso con el cuadro de Michel teniendo que afinar la puntería y con un Osasuna que debía ponerse las pilas para tratar de darle la vuelta al marcador en la segunda mitad.

Los de Michel desempolvan toda su artillería

El segundo tiempo dio comienzo y la mayor incógnita era acerca del planteamiento que tendría el Osasuna. Lo que estaba claro es que el Girona no iba a soltar el pie del acelerador, de modo que los rojillos debían lanzarse a por el gol pero con cautela, viendo el peligro que jugadores como Bryan, Tsygankov y compañía pueden generar con espacios. Lo cierto es que los navarros no salieron para nada propositivos, con muchos fallos en la salida de balón provocados, todo sea dicho, por la gran presión de los catalanes arriba.

Los rojiblancos volvían a merodear el gol y este no tardó mucho en llegar. Iba a ser el extremo ucraniano quien recibiera el balón de espaldas dentro del área y, con un gran giro, sacaba un zurdazo imparable al palo cruzado al que le es imposible llegar a Sergio Herrera. El asedio no iba a cesar y el Osasuna parecía totalmente noqueado con el duro golpe que había supuesto ver como se duplicaba la diferencia en el marcador apenas siete minutos después de volver de los vestuarios. Los de Michel sabían que era el momento de seguir atacando y dar otro zarpazo, y vaya si lo hicieron. Abel Ruiz recibía una gran dejada de Yangel Herrera y lanzaba un cañonazo desde larga distancia que se cuela por la escuadra de la portería apenas unos minutos después de que llegara el segundo. En un abrir y cerrar de ojos el encuentro se ponía 3-0 a favor de los locales y con una posible goleada aún mayor a la vista.

Cambio de piezas

Iba a buscar reaccionar Vicente Moreno, quizás algo tarde eso sí, a este resultado tan adverso. El banquillo se iba a mover, Budimir, Aimar Oroz y Moncayola dejaban paso a Raúl García, Rubén García y Pablo Ibáñez. Michel por su parte iba a decidir también hacer rotaciones, viendo el choque prácticamente sentenciado, de modo que iba a dar descanso al venezolano Yangel Herrera, que hizo un partidazo, y a Miovski. En su lugar entraron Oriol Romeu, seguramente con la intención de aportar un perfil más defensivo que el de la vinotinto, y también uno de los veteranos de esta Liga y capitán gironí, Cristhian Stuani.

Llegaron entonces los mejores minutos de los navarros, obra eso sí de una pérdida de intensidad del Girona que se veía ya con los 3 puntos y no quería forzar en exceso la maquinaria. Pese a ello, los rojillos no conseguían generar un peligro evidente a la portería de Gazzaniga. Los minutos pasaban y se producían dos debuts en los catalanes, el de Aspirilla y Donny Van de Beek quien, pese a que apuntaba a ser importante este año, todavía no había podido disputar ningún minuto. Su presentación no pudo ser mejor ya que, cuando parecía que el choque iba a terminar con 3-0, el neerlandés ponía un gran balón raso al segundo palo que era empujado por Stuani y que ponía el definitivo 4-0 en el marcador.

Una victoria de grandes sensaciones

Llegaba así el pitido final del árbitro y la euforia de todo el público que se había desplazado hasta Montilivi para presenciar el encuentro. Un júbilo provocado tanto por el abultado marcador como por las tremendas sensaciones de un Girona que dominó de principio a fin y que no tuvo que sufrir por la victoria en ningún momento. Además lo ha hecho contra un rival más que complicado para este tipo de labores como es el Osasuna, de modo que ya quedan atrás las dudas del Atleti y ponen ojo en el próximo partido, en el que tendrán que visitar un campo siempre complicado como es el Sánchez Pijuán. Hasta entonces, momento de celebrar el triunfo para los rojiblancos y jornadas de reflexión para los navarros, que han ofrecido un nivel muy por debajo del esperado.

Ficha Técnica