La portería blanca está más que asegurada durante los próximos 6 años, gracias a la renovación de Andriy Lunin. El club blanco lo ha hecho oficial hoy de la siguiente manera: «El Real Madrid C. F. y Andriy Lunin han acordado la ampliación del contrato de nuestro jugador, que queda vinculado al club hasta el 30 de junio de 2030.» La firma del nuevo contrato ha tenido lugar después del entrenamiento previo al duelo de mañana, frente a la Real Sociedad.
Lunin fichó por el Real Madrid en 2018 procedente del Zorya Lugansk ucraniano y pasó por tres cesiones en sus dos primeros años. El Leganés fue su primer destino como cedido, donde jugó 7 partidos y encajó 7 goles. En la siguiente temporada, volvió a salir como cedido pero en esta ocasión al Real Valladolid. Jugó dos partidos y se marchó en el mercado invernal como cedido al Real Oviedo. En la portería carbayona, Lunin disputó 20 partidos de los cuales en 6 de ellos no encajó goles.
En el verano de 2020 regresó a las filas blancas dispuesto a ganarse el puesto. A pesar de las ganas y los buenos entrenamientos del ucraniano, se encontró con uno de los mejores porteros del momento, Thibaut Courtois, y terminó siendo suplente. En estos cuatro años como madridista, Lunin ha ganado un total de 10 títulos: 2 Champions League, 1 Mundial de Clubes, 2 Supercopas de Europa, 2 Ligas, 1 Copa del Rey y 2 Supercopas de España.
Lunin parando un penalti | realmadrid.com
El guardameta fue una de las piezas clave la pasada temporada, tanto en liga como en la Champions League. Comenzó siendo suplente pero la lesión de Courtois parecía que le iba a dar una oportunidad, hasta que el Madrid fichó a Kepa Arrizabalaga. Un contratiempo que no le afectó en nada al ucraniano, que siguió trabajando en silencio como de costumbre y se acabó haciendo con la titularidad de la portería blanca.
La temporada pasada de Lunin será recordada por su eliminatoria frente al Manchester City. El partido de vuelta se acabó yendo a la tanda de penaltis y Lunin se puso la capa de héroe, atajó dos penaltis clave para que su equipo pasara de ronda. Le paró el segundo penalti a Bernardo Silva, que lo lanzó al centro y la intuición del guardameta lo acabó acertando. Mateo Kovačić, fue la segunda víctima del ucraniano, al que también le detuvo el penalti y le dio prácticamente el pase a semifinales al Real Madrid.
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