Dicen que caer de pie en un sitio nuevo no suele ser sencillo y que hacerlo en un entorno cargado de presión lo dificulta todavía más, pero parece que eso no es un problema para los fichajes realizados por el Atlético de Madrid en el mercado veraniego. En apenas un mes de competición, todos ellos, exceptuando a un Lenglet que sigue sin estrenarse, han dado muestra de su valía en una plantilla que se ha visto reforzada y que ya muestra una notable mejoría respecto a registros del curso pasado.
La prueba más evidente está en la faceta defensiva, ese aspecto marcado en rojo que se llevó por delante los grandes sueños de la temporada anterior y que ha conseguido en cinco jornadas igualar marcas que no se cosechaban desde la 20/21. Por si alguno no se acuerda, aquel curso terminó con los de Simeone alzando el título liguero… Pero centrando el tiro en el objetivo de este artículo, esa mejora defensiva tiene mucho que ver con la solidez que aporta Giménez en el eje y la seriedad de Le Normand. El central español lo ha jugado todo desde su llegada a Madrid y su gran rendimiento tiene una relación directa con las cuatro porterías a cero consecutivas que encadena el equipo.
Al hilo, uno de esos cuatro cerrojos conduce a su vez a otro de los fichajes, Juan Musso. Con el rol de suplente aceptado, al guardameta argentino le tocó ponerse los guantes en San Mamés ante un Athletic que fue pesadilla para Simeone y los suyos el año pasado, y no pudo salir mejor. Musso fue determinante para solventar los ataques del equipo vasco y permitió, a la postre, que el tanto de Correa fuese decisivo para traerse a Madrid un botín de tres puntos muy necesario. Ha sido su única aparición bajo los palos, pero dejó claro que está preparado para sustituir a Oblak cuando el esloveno lo necesite.
El pitbull muerde, la araña pica y el noruego es un robot
Escalando en la pirámide de fichajes, el Atlético ha encontrado un auténtico bastión en la siguiente pieza del puzzle a presentar. Simeone se ha cansado de repetir por activa y por pasiva que el equipo necesitaba un jugador intenso en mitad de cancha y esa demanda apunta a estar más que cumplida con Conor Gallagher. El futbolista inglés está demostrando el porqué de su apodo de pitbull y ahora, con la baja de Barrios, tiene la oportunidad perfecta para consolidarse en un once que necesita de jugadores con sus características. Debutó ante el Girona, fue titular en Bilbao y repitió protagonismo ante el Valencia en un encuentro que además le ha servido para estrenarse como goleador. Una noche que no olvidará y que sirvió para confirmar que Gallagher es muy del gusto de una afición colchonera que se volcó con el inglés.
Y si de estrenos se habla, el partido ante el conjunto che también será para el recuerdo de Julián Álvarez, que anotó su primer gol como rojiblanco cuando el encuentro estaba a escasos minutos de finalizar. El jugador argentino fue suplente, pues un verano intenso y un inicio de temporada sin descanso exige cuidar a los futbolistas, pero aprovechó sus minutos. La araña picó tras varios encuentros en los que rozó ese ansiado gol que terminó llegando ayer y que puede servirle para liberarse de la presión que se estaba generando alrededor de su rendimiento. Ya saben lo que dicen, una vez abierta la lata…
Y para finalizar toca hablar del hombre que ocupó la titularidad que relegó al banquillo a Julián, Alexander Sorloth. El delantero noruego no necesitó tanto tiempo para estrenarse como goleador, le bastaron 45 minutos oficiales ante su ex-equipo, y desde entonces alterna titularidades y suplencias en esa fórmula de protagonismo-descanso que está empleando Simeone. Lo que es evidente es que va a ser un jugador importante en el equipo, como ya lo fue en Bilbao o ante el Valencia pese a no anotar, pues el trabajo que aporta va más allá del rendimiento puro que se le exige a un delantero centro.
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