La Unión Deportiva Almería está cada día más hundida, y ya se posiciona cerca del descenso. La pasada campaña, unos jugadores totalmente ineptos y una directiva sin apenas capacidad de reacción, todo iniciado con la pasividad posterior a la marcha de Rubi y su cuerpo técnico, provocaron el más que vergonzante descenso sin ni siquiera luchar por lo contrario. Las ‘estrellitas’ y los nombres como abanderados facilitaron a la afición rojiblanca una temporada para el olvido, algo que en cualquier club de este tipo puede pasar durante un año, claro, un año.
La problemática viene cuando la directiva decide, no sabemos aún con que objetivo, traer de vuelta a Rubi manteniendo el mismo bloque que el año pasado con algún ligero cambio. Algo que es, mínimo extraño, en un equipo que en 38 jornadas no supo reaccionar en situaciones ni adversas ni favorables. Ahora, con 5 jornadas cumplidas de liga, se destapa esa falsa tranquilidad que nos dieron los directivos con la vuelta de un técnico.
Tras la no renovación de Pepe Mel, ahora entrenador del Tenerife, parece haberse paralizado esa fábrica de Lasarte, pues ya conocemos en Rubi su confianza en un bloque firme. Un único verdadero fichaje, el de Nico Melamed, trajo consigo las dudas a los rojiblancos, pues días antes de la finalización del mercado de fichajes, el entrenador de Vilassar de Mar comunicó en rueda de prensa que el objetivo era fichar a un extremo, y que en caso de salir un defensa otro volvería en su lugar. Sin sorpresa para nadie tras el nefasto manejo de El Assy y Joao, no se ha fichado a ningún extremo y ha salido César Montes en lugar de nadie.
Las falsas promesas no se cumplen y los resultados no llegan, en la jornada 4 de LaLiga Hypermotion el Almería cosechaba su primera derrota en Elda, algo que causó el enfrentamiento de jugadores con afición en el propio Pepico Amat, donde nombres como Melero, Robertone y Luís Suárez salieron perjudicados ayer, ya que según estos ‘la afición se equivocaba’. Esa derrota nos podía recordar a aquella en Amorebieta del año del ascenso, por lo que rojiblancos en cierta medida perdonaron y fueron ayer, un lunes por la noche, a animar al equipo.
Pero, de nuevo la respuesta de los jugadores no fue positiva, el Castellón, un recién ascendido, le clavó en su propio estadio a la Unión Deportiva Almería un total de cinco goles. Pese a los malos resultados, Rubi sigue confiando en jugadores como Chumi, Kaiky, Édgar o Centelles para su línea defensiva, jugadores que ya demostraron su incapacidad para jugar en la categoría de plata pero que sin motivos siguen teniendo la recompensa de la titularidad.
No solo a nivel de fichajes no hay movimientos, actualmente el Almería sigue sin sponsor de camiseta, sin sponsor de estadio y con un límite salarial incomprensible para un club de tan alto nivle económico. Las acciones deben ser inmediatas por parte del propietario, que parece no interesarse muy a menudo por el club, o al menos por parte de la directiva, que prometió hablar hace un mes ante los medios, los cuales siguen sin escuchar una sola palabra desde el año pasado.