Siguen sin disiparse las dudas con respecto al juego del Real Madrid. El equipo blanco, que ayer debutó en su competición fetiche, la Copa de Europa, volvió a sufrir lo indecible para superar a un valiente Stuttgart. Los alemanes apretaron las tuercas al vigente campeón, sostenido duranta largas fases del partido por ese muro belga llamado Thibaut Courtois. Las intervenciones de ‘Thibu’ y la falta de pegada germana, mantuvieron con vida al equipo de Ancelotti. Y como es tradición, en la Champions, cuando perdonas al Madrid, lo acabas pagando caro. Un testarazo de Rüdiger y un mísil tierra/aire de Endrick a pocos minutos del final, pusieron las cosas en su lugar. A falta de creatividad y buen juego, buenas son las victorias, pensará Carletto.
Lo cierto es que, una vez más, como ya ocurriera en Mallorca, Las Palmas y San Sebastián, el desorden, tanto en defensa como en ataque, se adueñó del plantel merengue. Esa falta de rigor, provocó, en apenas media hora, que el Stuttgart se estrellara una vez con el poste, obligara a Courtois a actuar en cuatro ocasiones, botara 4 saques de esquina, rematara 8 veces y generase 0,79 goles esperados. Lo que viene siendo un asedio. El milagro en un territorio abonado al misticismo y a la épica, era que el marcador no se hubiese movido en esos primeros compases. Es el Madrid y la Copa de Europa.
La afición que abarrotó el Bernabéu mostró su descontento antes, durante y después del estreno en la nueva Liga de Campeones. Cuando el Stuttgart más dominaba, se escucharon pitos, incluso el capitán, Dani Carvajal, tuvo que pedir perdón con los brazos en alto. Así es la parroquia merengue, insaciable y siempre con ganas de más.
Tampoco funcionó el planteamiento inicial de Carlo, introduciendo a Carvajal como central en el flanco derecho y situando a Lucas Vázquez en el lateral derecho. El experimento duró 45 minutos. Lo que tardó el conjunto alemán en desnudar a la frágil retaguardia vikinga. El gol de Mbappé nada más arrancar la segunda parte, dio un respiro fugaz a él y sus compañeros, pero la tormenta no cesó. El gol de Undav volvió a instalar el estado de emergencia en la Casa Blanca. Finalmente, para regocijo de los más optimistas, el Madrid mostró carácter para anotarse los 3 primeros puntos de la liguilla.
A mediados de septiembre, la imagen del equipo no es óptima, sí, pero dudar del Madrid a estas alturas de la temporada, es no conocer la naturaleza de este equipo. El objetivo es alcanzar el punto más álgido de forma durante los meses de marzo, abril, mayo, cuando se reparte la plata. Mientras tanto, toca esperar y si la espera es más amena, gracias a que los partidos se van sacando adelante, mejor que mejor. Las victorias nunca están de más.