Daniel Ricciardo: el hombre que pudo con Vettel y Verstappen

Daniel Ricciardo ha puesto fin a su carrera en la Fórmula 1 después de casi 15 años en la categoría reina del automovilismo. La carrera de Ricciardo ha tenido muchas idas y venidas, desde su inicio convulso en uno de los coches más lentos de la historia de la categoría hasta competir de tú a tú con un cuatro veces campeón del mundo como es Sebastian Vettel.

Sus inicios

El australiano empezó en la temporada 2011 siendo piloto de pruebas de Toro Rosso, donde corrian en ese entonces Jaime Alguersuari y el suizo Sebastien Buemi, y a su vez era piloto de la Formula Renault 3.5 donde estaba cosechando muy buenos resultados, de hecho una temporada antes había quedado segundo en la competición. A su vez había un equipo en la parrilla de la Fórmula 1, HRT, que estaba agonizando en la que era su segunda temporada en la élite. No sumaban ni se acercaban puntos y sus pilotos Kathikeyan y Luzzi no lucían para nada en estos monoplazas. Es por eso que decidieron prescindir del piloto indio para ir a por el prometedor piloto australiano, que seguiría perteneciendo a la estructura de Red Bull, el cual compitió las últimas 11 carreras. Su mejor resultado fue ser 18º, pero poco se podía hacer con el coche de la escudería española.

Toro Rosso cambió su estructura para el año 2012, entrando Jean Eric Vergne y Daniel Ricciardo. En una estructura más consolidada en la élite y siendo el filial del mejor coche en ese momento, el de Perth sumo unos cuantos puntos, los 2 primeros en el GP de Australia, su gran premio de casa. En total sumó 10 puntos en todo el año, 6 menos que Vergne, algo que cambió la temporada siguiente cuando el australiano superó por 7 puntos al francés.

El buen paso por Red Bull hasta Azerbaiján 2018

Ante la retirada de Mark Weber, Red Bull decidió apostar por su cantera (algo que les vino muy bien en la temporada 2009 con Vettel) en vez de fichar a pilotos más experimentados, es por eso que ficharon a Ricciardo para acompañar a Vettel. Daniel hizo una gran temporada quedando tercero en el Mundial, por delante del vigente campeón y 4 veces campeón del mundo, Sebastián Vettel. Daniel habría lograr su primer podio en su casa de no ser por una descalificación por sobrepasar el limite de consumo de carburante, al final lo logró en España donde quedó por detrás de los dominantes Mercedes. Canadá fue un punto clave en la carrera del australiano, ya que gracias a un fallo de frenos de Hamilton y una carrera no tan brillante de Rosberg, Daniel pudo remontar 5 puestos y lograr asi su primera victoria en la Fórmula 1. Finalmente Daniel sumó ese año 3 victorias y un total de 8 podio, nada mal para su temporada de debut en un equipo puntero.

2015 fue un año más flojo para Daniel ya que no logro ninguna victoria, estuvo por detrás del ruso Kyvat y sumó un total de 2 podios. 2016 fue un año muy bueno para Daniel volviendo a ser tercero en el Mundial y logrando una victoria en Malasia, aunque este año sería el inicio de su rivalidad con Max Verstappen, que debutaría con Red Bull en el GP de España de ese mismo año, logrando a su vez la primera victoria de su carrera a sus 18 años.

En 2017 tiene otro gran año, ganando en la primera edición del GP de Azerbaiján y superando por 32 puntos al prometedor Max Verstappen. Todo parecía estar destinado a que el australiano  formaría parte de una dupla ganadora junto a Verstappen en el momento en el que Red Bull igualara al invencible Mercedes, pero 2018 fue un antes y un después en la carrera de Ricciardo. En el GP de Azerbaiján, Daniel chocó con Max a mitad de la prueba y provocó que los ningún coche de la escudería austríaca sumara puntos. Esto causó un enfrentamiento dentro del equipo, que defendía más al joven Verstappen, y esto provocó la salida de Daniel dirección Renault para 2019. Acabo su andadura en Red Bull con una victoria en Mónaco antes de ir a la escudería francesa.

La decadencia de Daniel

En 2019 Daniel volvió a la zona media donde estuvo 6 años atrás con Toro Rosso. Acabo noveno en el Mundial y superó por 17 puntos a un piloto sólido como Nico Hulkenberg. Antes de que se corriera la primera carrera de 2020, que tuvo un parón por el COVID, Ricciardo fue anunciado como nuevo piloto de McLaren para 2021 tras la salida de Carlos Sainz a Ferrari, sorprendente después de no apostar prácticamente nada por un proyecto por el que había cambiado Red Bull año y medio atrás. Fue un gran año para el australiano que logró un podio en Francia y otro en Imola, acabando 5º en el Mundial.

2021 fue un año muy duro para el de Perth, que fue superado por Lando Norris. Si el australiano sumó 115 puntos en las 22 carreras de aquel año, el británico sumó 45 puntos más que él, siendo el punto más bajo cuando Lando dobló a Daniel en Mónaco, teniendo en cuenta lo corto que es el trazado del Principado. Eso sí, Daniel sumó la octava victoria de su carrera en Monza y rompió 9 años de McLaren sin ganar en la Fórmula 1. 2022 no fue tampoco un gran año para Ricciardo, viéndose nuevamente superado por Lando en prácticamente cada gran premio, acabando undécimo el Mundial y a casi 100 puntos de Norris. A Ricciardo se le acabó el contrato y parecía que ningún equipo apostaría por él, así que este se suponía que sería el fin de la carrera del australiano en F1.

El australiano empezó 2023 siendo piloto de pruebas de Red Bull en la sombra, pero tuvo que salir a escena ante la paupérrima temporada de Nick de Vries en el Alpha Tauri. Sustituyó al neerlandés a partir de Hungría y volvió al equipo satélite de Red Bull más de una década después. Pocas carreras después de su debut, Daniel tuvo un accidente en Zandvoort que le impidió correr las siguientes 5 carreras, siendo sustituido por el neozelandés Liam Lawson, que despeñó un gran papel sobre todo en Singapur donde superó en clasificación a Max Verstappen.

Daniel acabo el año con buen sabor de boca gracias al séptimo puesto en México, y si la tendencia continuaba podía aspirar a volver a Red Bull sustituyendo a Pérez. 2024 empezó bien, con grandes resultados en la sprint de Miami o puntuando en Canadá, pero la escasez de puntos, verse superado en cada carrera por Tsunoda y teniendo en la recámara a  un piloto como Lawson, que sonó para varios equipos de la parrilla, han hecho que el final haya sido como su comienzo: sorpendente e inesperado. Ha sido duro para los aficionados verle acabar su última carrera muy atrás, sin casi presencia durante el GP de Singapur y dejándonos al menos con una sonrisa por verle hacer la vuelta rápida (aunque a su excompañero Norris tanta gracia no le hizo).

 Nunca se olvidará a Honeybadger, uno de los mejores pilotos del Pacífico y que fue capaz de plantar cara y superar a pilotos históricos como Vettel o Verstappen.