Los pepineros visitaban uno de los campos más difíciles de Primera División tras un parón de selecciones en el que tenían que cambiar cosas en el conjunto blanquiazul. Y así fue. El cuadro de Borja Jiménez mostró una muy buena versión en el Metropolitano que puso en apuros al Atlético en varios tramos del encuentro. Los rojiblancos remontaron el gol inicial de Neyou para dejar los tres puntos en casa. El Leganés mostró una versión valiente hasta que empezaron a caer las fuerzas y los cambios de Simeone marcaron la diferencia.
Intensidad defensiva como base
Para comenzar a analizar el desempeño del Lega en el Metropolitano tenemos que dividir el encuentro en dos partes. La primera hasta que Borja realizó los primeros cambios en el minuto 68 cuando dejaron el campo Dani Raba y Juan Cruz dando entrada a Munir y Roberto López. Hasta ese momento la defensa pepinera tuvo un rendimiento sobresaliente. Los dos centrales se impusieron ante Sorloth, Rosier no le dio un centímetro a Riquelme ganándole en practicamente todos los duelos y Javi Hernández frenó con contundencia los constantes intentos de Nahuel Molina. Además, el medio del campo formado por Tapia, Neyou y Cissé realizaron un gran trabajo tapando los huecos entre líneas donde trataba de recibir Antoine Griezmann.
Sin embargo, tras los cambios, el equipo se rompió y con los rojiblancos volcados al ataque empezaron a aparecer huecos y debilidades en la defensa pepinera. Los despejes ya no eran tan contundentes, el equipo no estaba tan junto y el cansancio hizo el resto. El primer tanto llega tras un pésimo despeje en el área que le dio una segunda jugada al cuadro de Simeone con un remate de Sorloth con la espuela en el área pequeña. Tras el gol, el equipo se cayó y un nuevo despiste defensivo, en este caso de Javi Hernández, acaba en un centro de Giuliano que remata Griezmann con la puntera adelantándose a la salida de Dmitrovic. Los de Borja Jiménez no supieron reponerse y el Atlético acabó cerrando el encuentro en la última jugada del partido aprovechando que el Lega se había volcado al ataque buscando el empate.
A pesar del resultado, el Leganés sigue dando pasos hacia adelante en el camino que tiene que seguir para llegar a cumplir el objetivo a final de temporada, la salvación.
Un Dani Raba renacido
Sin embargo, a pesar del gran esfuerzo colectivo en las tareas defensivas, la gran noticia llegó en la parcela ofensiva del cuadro pepinero. Dani Raba volvió a ser ese jugador diferencial capaz de conectar a los atacantes con el resto del equipo. Desde el primer minuto se le vio involucrado en el encuentro buscando el balón con ganas participar en la elaboración de la jugada y apareciendo por zonas indetectables para el cuadro de Simeone. En la primera parte sacó varias faltas peligrosas, una de ellas provocó la tarjeta amarilla de Lenglet; y acabó dando la asistencia para el 0-1 de Yvan Neyou.
La aparición del mejor Raba no solo hizo mejorar al Leganés, sino que sirvió como un apoyo claro y cercano para Miguel de la Fuente. Uno de los grandes problemas que ha atravesado el cuadro de Borja Jiménez en este comienzo de temporada era la desconexión de los delanteros, tanto de Miguel como de Haller. Pero la aparición del mejor Raba como enganche conectó arriba al delantero vallisoletano que se desvivió en la presión y no dejó de tirar desmarques y arrastrar a los centrales cuando el cántabro recibía el balón. El mejor Dani Raba es una pieza clave en este Leganés que puede marcar las diferencias con su calidad para el juego entre líneas.