El conjunto blanco está teniendo una temporada poco agradable en varios sentidos, pero esta última semana ha sido la gota que ha colmado el vaso de uno de los arranques más complicados de los últimos años. En unos pocos días el Real Madrid ha caído ante su máximo rival, el Barcelona en el Clásico por 0-4 en el Santiago Bernabéu y además, su principal estrella parecía tener asegurado el Balón de Oro en sus manos, pero en escasas horas la historia dio un giro de 360 grados.
Un Clásico para el olvido
El fin de semana se afrontaba ilusionante para el madridismo, ya que se veían las caras ante el club catalán en el Bernabéu con la posibilidad de disipar las dudas del curso con una derrota convincente y alcanzar el liderato de LaLiga EA Sports. El Real Madrid llegaba al encuentro con una remontada marca de la casa ante el Borussia Dortmund en la Champions League, que salvó al club merengue tras una primera parte muy pobre frente a los alemanes.
Sin embargo, el sábado 26 de octubre de 2024 no será recordado de manera positiva para el equipo de la capital. Tras una gran primera parte ante el Barcelona compitiendo muy bien y con varias oportunidades claras para adelantarse en el marcador, en la segunda mitad se produjo totalmente lo contrario. El doblete de Lewandowski en 2 minutos provocó que los de Ancelotti se vinieran abajo y recibieran una goleada histórica por 0-4 en el Santiago Bernabéu.

El conjunto de Flick pasó por encima al Real Madrid con un planteamiento excesivamente arriesgado, pero que lo volvió a ejecutar a la perfección para derrumbar las posibilidades de anotar un solo gol a los locales. El alemán hizo que los blancos cayeran en fuera de juego en 12 ocasiones, generando un precedente histórico y anulando por completo el ataque madridista, sobre todo a Kylian Mbappé, el cuál fue el más afectado con 8 posiciones adelantadas.
El Barcelona dilató aún más las costuras de un Real Madrid que en estos dos meses de competición no encuentra su identidad y se siente irreconocible. Carlo Ancelotti tiene mucho trabajo por delante con el objetivo de despertar a un vigente campeón de Europa dormido y desorientado.
Una sorpresa impensable en el Balón de Oro
Cuando parecía que el lunes 30 de octubre iba a ser un día grande para el Real Madrid y Vinicius en la gala del Balón de Oro, horas antes de la ceremonia saltó a la vista una noticia que dio la vuelta al mundo. Era prácticamente imposible imaginar un desenlace más doloroso para ambas partes. El brasileño con toda la seguridad iba a levantar el tan ansiado galardón individual, pero las filtraciones de la prensa esa misma mañana transformó un sueño en una pesadilla automáticamente.
Con los reyes del Balón de Oro, Messi y Cristiano sin la posibilidad de ganarlo. Vinicius había demostrado ser el mejor futbolista del mundo con una temporada fantástica con 26 goles y 11 asistencias y los más importante, siendo determinante en la consecución de LaLiga, Supercopa de España y sobre todo, la Champions League con gol en la final. A pesar de una Copa América decepcionante de Brasil y que España se convirtiese en campeona de la Eurocopa, parecía que el Balón de Oro no tenía ni la mínima posibilidad de ser para otro dueño, que no fuera el carioca.
Pues bien, en la mañana del lunes se conoció que nadie del Real Madrid viajaría a París, ya que eran conocedores de que el premio iba a caer en las manos de Rodri. Esta noticia sorprendió a todo el mundo por el giro de los acontecimientos y ni el presidente, ni ningún jugador nominado, ni el entrenador, ni si quiera Butragueño pondrían rumbo a la gala para representar al club tras sentirse ninguneado.

En el cuadro blanco consideran que lo ocurrido ha sido obra de la UEFA, ya que la propuesta de crear la Superliga propulsada por Florentino Pérez ha sido el principal motivo que ha generado que Vinicius no levante el Balón de Oro y lo haga Rodrigo Hernández.
No obstante, el Real Madrid fue premiado como el mejor equipo del mundo en la pasada temporada y Carlo Ancelotti fue nombrado mejor técnico, pero ante la ausencia del club en la gala destacó que nadie recibió el premio de forma presencial y tampoco el italiano o alguien relacionado con el equipo se grabó agradeciendo la proclama de ambos premios.
La derrota abultada en el Clásico y lo ocurrido con el Balón de Oro deja una de las semanas más duras de la historia del Real Madrid. Tanto el club como Vinicius han sido muy afectados anímicamente, debido a que sienten que la UEFA y el mundo del fútbol no valoran como se debería las hazañas conseguidas la campaña pasada.
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