Por la carrera 21 del calendario del mundial de automovilismo F1, Sao Paulo recibía en su circuito de Interlagos a la máxima categoría de monoplazas de velocidad, una cita que estuvo pasada por agua de principio a fin y que tuvo todos los condimentos para convertirse en una de las citas que será recordada por los años venideros.
Las emociones empezaban desde la vuelta de formación con un incidente poco antes visto: Lance Stroll salía de pista tras perder el control de su auto y sin golpearlo muy fuerte contra el muro lo único que debía esperar era a poder regresar de reversa al trazado, pero en una maniobra insólita intentó regresar por el banco de arena y su Aston Martin se incrustó en la trampa creada para evitar accidentes más graves en ese sector, se acababa la carrera para el piloto canadiense y se abortaba la salida por la presencia del monoplaza en un sector peligroso.
Tras dos vueltas de formación el GP de Brasil ahora sí daba inicio con una escena que sí es habitual: Lando Norris perdía la primera posición en la primera curva a manos de George Russell y tenía que reubicarse en la segunda posición.
En el pelotón de atrás solo Leclerc superaba a Liam Lawsson para asumir la quinta posición pero más atrás empezaba la remontada con Verstappen como protagonista recuperando desde la posición 17° hasta la 11° en tan solo los primeros metros de la carrera, se venía con todo el piloto neerlandés que sabía que debía acortar la diferencia a como diera lugar con Lando Norris. Por parte de su compañero, Sergio Pérez caía a la última posición tras un trompo en el sector intermedio del circuito y los españoles se reubicaban en 8° por parte de Fernando Alonso y 16° para Sainz que había salido desde el pit.
La emoción llegaba gracias a Max Verstappen que vuelta a vuelta superaba a sus rivales haciendo ver fácil el correr bajo una lluvia que no abandonaba la región del gran Sao Paulo, superando a Lewis Hamilton, Pierre Gasly y Fernando Alonso en menos de 10 vueltas, avanzó 9 posiciones e iba por más con un dominio asombroso de su RB20 minimizando los daños de su mala posición de largada. En la vuelta 10 hacía un sobrepaso medido sobre Oscar Piastri que no pudo defenderse y vio como el principal contendiente de su compañero de equipo seguía avanzando.
Las vueltas siguientes tuvieron como novedades la salida de pista de Hamilton perdiendo posiciones con Franco Colapinto y poco después otra salida le costó las posiciones con Oliver Bearman y Carlos Sainz, a esto respondía el inglés reclamando a su equipo lo mal que se encontraba su monoplaza. Vesrtappen continuaba su ataque y rápidamente había superado a Lawson y se puso a la cola de Charles Leclerc, pero hasta ahí llegó su avance, se armó un tren entre Tsunoda, Ocon, Leclerc y Verstappen en el que no se superaron más estancándose por completo en la carrera.
En la vuelta 25 se detenía Leclerc por nuevos neumáticos de lluvia intermedios y se desatascaba ese tren que se había armado, pero la lluvia empezaba a caer con mayor intensidad, esto provocó que tan solo dos vueltas después Hulkenberg perdiera el control en su auto y quedase varado con una rueda en el aire, provocando el virtual safety car. Desatando una gran cantidad de detenciones incluida la de los líderes y quedaba de manera increíble Esteban Ocon con su Alpine y a Verstappen segundo, acto seguido Franco Colapinto perdía el control en su Williams y se estrellaba en la recta principal, provocando una bandera roja, desafortunados aquellos que justo se habían detenido y beneficiando a los dos líderes.
Tras la relanzada llegaría el desastre para Carlos Sainz, en la vuelta 40, el piloto madrileño iba a perder control del monoplaza acabando estrellándose y provocando el abandono y un safety car. Un coche de seguridad que iba a poner la GP de Brasil patas arriba. Con la bandera verde de nuevo en la pista, el caos iba a reinar y en cuestión de unas cuantas curvas el avispero se iba a desatar. En la curva 1, Verstappen se ponía líder adelantando a Ocon, Norris se marchaba fuera cayendo a la 7ª posición y Fernando Alonso perdía el control de su Aston Martin y se iba fuera cayendo a la última posición.
La carrera parecía calmarse, el piloto holandés lideraba con puño de hierro, los Alpine le seguían a 9 segundos, todo parecía bajo control. Hasta que la guerra entre Lawsson y Pérez volvía a aparecer, provocando que el piloto mexicano perdiera la posición con el RB VisaCash y con Lewis Hamilton. Con el paso de las vueltas, por delante todo seguía igual, con Max pintando de morado cada vuelta que pasaba, la pelea seguía por detrás con Russell presionando a Gasly sin efecto y con el trio Lawsson-Hamilton-Pérez luchando por los puntos.
Max Verstappen acabaría venciendo dejando el mundial prácticamente sentenciado. El segundo y tercer puesto acabarían siendo para Ocon y Gasly un doblete histórico que no se producía desde 2006 cuando la escudería se llamaba Renault y los pilotos eran Fernando Alonso y Giancarlo Fisichella. Norris acabó 6º y el piloto asturiano de Aston Martin 14º.
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