Athletic Club 1 – 1 Real Betis: Un choque no apto para cardiacos

Noche de fútbol en Bilbao, se veían las caras dos equipos similares, ambos con aspiraciones europeas y una propuesta vistosa. Tanto Ernesto Valverde como Manuel Pellegrini proponen un estilo de juego vertical y de presión. Aunque los del Txingurri están más acostumbrados a los partidos con ritmo vertiginoso, en Sevilla también dominan el presto, como ya nos dejaron ver la pasada jornada en la victoria ante el Atlético de Madrid.

Vendaval rojiblanco

Sonaba el silbato de Alberola Rojas y comenzaba el espectáculo en San Mamés. La primera ocasión llegaría de las botas de Nico Williams, quien remató por encima del larguero un balón claro que venía de una gran acción de Álvaro Djaló. Ya en el minuto 10 un centro del propio Nico desde la banda izquierda dejaría totalmente solo a Oihan Sancet que acababa enviando el esférico contra el palo tras conectar un remate forzado, el Betis se salvaba por ahora. Tan solo 3 minutos después, otro centro desde la banda izquierda le daría la oportunidad a Sancet de reivindicarse, sin embargo, cuando más sencillo parecía el vasco volvía a fallar estrepitosamente. Poco después, volvería a llegar una ocasión desde la banda izquierda, un disparo escorado de Iñaki acababa encontrándose con el larguero por suerte para los visitantes. Las ocasiones locales se sucedían y aunque los verdiblancos intentaban devolver los golpes no conseguían levantarse. Bellerín sufría como el que más, de nuevo una internada leónica de Nico por su banda acababa con un centro hacia su hermano Iñaki que remataba a bocajarro para la magnífica intervención del guardameta luso.

La falsa calma en mitad de la tormenta

Tras unos primeros 25 minutos asfixiantes, poco a poco los de Pellegrini iban entrando en el partido, aunque el dominio local seguía palpable. El Athletic tenía las ideas mucho más claras en ataque, mientras que el Betis ante la desesperación buscaba constantemente a un Abde que perdía el balón con facilidad. De las botas de Cardoso y Altimira los verdiblancos iban recuperando poco a poco la posesión, y con ella, el aliento. Se sucedían los minutos en el marcador y los leones continuaban creando peligro, las ocasiones se acumulaban para un Betis que se defendía como gato panza arriba. Llegados prácticamente al ecuador del choque, un cabezazo a balón parado del Athletic volvía a estrellarse en el palo, nadie en San Mamés daba crédito, el Athletic estaba siendo dueño y señor del partido pero el marcador seguía en tablas.

Intento desesperado

Pellegrini movía el banquillo al descanso incorporando hasta a tres jugadores de refresco en un intento desesperado de revertir la situación en la segunda parte. Los cambios surtían efecto, el recién incorporado Assane Diao pondría un centro raso dirigido al corazón del área que su compañero Fornals aprovecharía sin demasiadas complicaciones enviando el cuero a guardar en la portería de Agirrezabala, poniendo el 1 a 0 en el electrónico. Un gol con celebración emotiva que el castellonense dedicaría a Valencia. Pocos minutos después Abde haría de las suyas, eliminando hasta a cuatro rivales en una internada en el área que acabaría saliendo a córner.

Fútbol en estado puro

Era un segundo tiempo muy abierto, con ocasiones constantes para ambos conjuntos. Uno de los acercamientos con más peligro para el Real Betis vendría tras un ataque de los de Valverde que acabaría en un contraataque galopante para los visitantes, que de no ser por el meta vasco, hubiera acabado subiendo al marcador. Cuando el encuentro se aproximaba al minuto 70, un Álex Berenguer que acababa de incorporarse al choque, pondría el empate a través de un remate de cabeza fruto de un magnífico centro de su capitán De Marcos y una salida errónea de Rui Silva; llegar y besar el santo. Una gran doble parada del luso le serviría para reivindicarse minutos después evitando la remontada rojiblanca. Ya en el minuto 82 veríamos una jugada que refleja lo que estaba siendo el segundo tiempo, de nuevo un gran ataque del Athletic que solventaba Rui Silva acabaría en un contraataque verdiblanco que a su vez sería frenado por el guardameta rival. Era un toma y daca constante, ocasiones para los dos equipos, habíamos disfrutado de un partido vibrante que llegaba a su fin con reparto de puntos.

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