La final adelantada, como muchos han llamado a este partido, no defraudó en la ida de los cuartos de final de la Champions y tal y como habían sido los otros encuentros de vuelta de esta fase, éste tampoco tenía pinta de dejar indiferente a nadie. Todo estaba listo para una noche épica en el Etihad. El Real Madrid no había ganado nunca en este estadio y el Manchester City llevaba toda la temporada sin perder en él por lo que el conjunto blanco debía volver a esas noches mágicas vividas en su competición fetiche para seguir en su camino hacia la decimoquinta.
La noche parecía ponerse de cara para los de Carlo Ancelotti, que pese a vestir de negro pronto encontrarían un haz de luz con un control extraordinario de Jude Bellingham que conduciría a la jugada del primer gol. Minuto 12 de partido y el Real Madrid se ponía por delante en el marcador gracias al gol de Rodrygo que marcaría una vez más en competición europea tras un gran centro de Vinicius precedido de la magia en el control de Bellingham y la inteligencia de Valverde para encontrar al 7 merengue a la espalda de la defensa citizen. Con la ventaja en el marcador el conjunto blanco cedió el control del balón a los de Guardiola y decidió plantear un partido más defensivo.
El Madrid resistió todo lo que pudo
El marcador no se movería hasta el minuto 75 de partido. A pesar del asedio al que estaba sometiendo el actual campeón de Europa al rey de esta competición, algo que no estamos acostumbrados a ver. La defensa merengue consiguió aguantar las acometidas de Grealish, Foden, Bernardo Silva y compañía, en gran parte gracias al buen hacer de sus laterales, centrales y el trabajo del equipo en bloque bajo. Sin embargo, la entrada de Doku cambiaría todo. El extremo belga empezó a percutir una y otra vez por la banda de Carvajal que trabajó a destajo para frenarle, pero la primera vez que se fue del internacional español, el City conseguiría el empate tras un rechace de Rüdiger que cayó en botas de Kevin De Bruyne, quien batió a Lunin que llevaba una noche de 10. Júbilo en el estadio y un Manchester City que creía en su pase a semifinales antes de que acabaran los 90 minutos. Finalmente no fue así y esta espectacular eliminatoria tendría como mínimo 30 minutos más.
Una prórroga en la que todos estaban exhaustos
La prórroga poco tuvo que añadir a este partido en el que todos los futbolistas se dejaron todo el combustible que les quedaba en el campo. Apenas una ocasión de Rüdiger que mandó por encima del larguero tras un gran pase de Brahím y y tiro de Kovacic que era el número 33 del Manchester City en el partido, hicieron sobresaltarse a los aficionados de ambos equipos que verían como su destino se decidía en la tanda de penaltis.
Y el Real Madrid lo volvió a hacer
La tanda de penaltis volvió a caer de parte del Real Madrid. El conjunto blanco lanzaba en segundo lugar y tras el primer gol en la tanda de Julián Álvarez las cosas parecían torcerse con el fallo de Luka Modric. Sin embargo, el imperturbable Lunin quería cerrar su primera gran noche como madridista y adivinó el segundo y tercer lanzamiento de los de Guardiola haciendo que Bernardo Silva y Kovacic lamentasen sus errores. Mientras tanto Bellingham. Lucas y Nacho ponían por delante al rey de Europa en la tanda. Aunque Foden marcó el suyo, toda la presión recaía sobre Ederson que sorprendentemente lanzaría el quinto penalti para el conjunto inglés. El portero brasileño marcó y tras esto Rüdiger quiso convertirse en el héroe del Madrid (con permiso de Lunin) metiendo el quinto y definitivo penalti para los merengues. El central alemán acertó, no sin suspense, ya que su lanzamiento rozó el palo antes de entrar y el Real Madrid se clasificó para semifinales donde ya le esperaba el Bayern de Múnich.
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