Girona FC y Atlético de Madrid nos regalaron uno de los partidos de la temporada. Diversión en su máximo esplendor, deleite del aficionado, el encuentro dignificó este deporte tan encasillado a veces en la táctica y en los esquemas solidos de juego para darnos un espectáculo difícil de ver en los últimos tiempos.
Siete goles disfrutamos en la tarde de ayer en Montilivi. Girona FC y Atlético de Madrid se veían las caras en un partido que prometía ser vibrante, de altos vuelos. Se enfrentaban segundo contra tercer clasificado para cerrar una primera vuelta de ensueño para unos y de complacencia para otros.
El partido empezaba raudo, frenético, ya prometía desde los primeros instantes. De hecho, la primera oportunidad peligrosa no tardó ni un minuto en llegar, con un remate a bocajarro de Artem Dovbyk. No iba a ser un espejismo, y es que en la siguiente jugada se adelantaba el conjunto gerundense con un trallazo de Valery desde la frontal del área imposible para Jan Oblak.
La contestación por parte del conjunto atlético no se hizo esperar. cegados en el ataque y con un Girona que dio un par de pasos atrás, llegó el primero de los tres que metería Álvaro Morata. Después de este gol, el Girona FC parece que se dio cuenta de que no se podían volver a echar atrás ni un segundo, y no lo volvieron a hacer en todo el partido.
Seguían deleitándonos ambos planteles con un frenético ida y vuelta constante y con la sensación inequívoca de que el tercer gol del encuentro estaba al caer. Fue Savio quien no faltó a su cita con el gol, que puso el 2-1 en el minuto 26 de juego.
El Girona esta vez seguiría el juego del ida y vuelta y no rehuiría a ir a por más. Era el minuto 39, y llegaría el tercero del Girona, obra de Daley Blind. En una jugada a balón parado, prolongada por Dovbyk hacia el segundo palo, y rematada a placer por Blind llegaría la renta de dos goles arriba con la que parecía que llegaríamos al descanso.
Aunque nada se podía dar por sentado en este partidazo y fue Álvaro Morata quien se inventó un regate excelso para dejar tumbado al defensor y batir la portería de Gazzaniga. volvía la renta de un gol al marcador en el minuto 44 y dos minutos después llegaría el tercero de Morata, aunque este fue anulado por fuera de juego del delantero madrileño.
Con el 3-2 llegábamos al tiempo de descanso de este partidazo con el deseo de que la segunda parte fuese parecida a la primera.
La segunda parte empezó igual de frenética que acabó la segunda, con la sensación de que el sexto iba a llegar en cualquier momento, siendo el Atlético de Madrid el equipo que estaba llegando con más peligro desde los últimos compases de la primera parte. Y así sería, en el 54, Álvaro Morata certificaba su Hat trick y firmaba así una de sus mejores actuaciones de su trayectoria profesional.
El partido seguiría de un lado a otro pero con la sensación de que era el Atlético de Madrid el equipo que aportaba más situaciones de peligro, teniendo una última fase del partido de mucho dominio sobre el Girona. Pero en los momentos finales del partido el Girona se envalentonaba buscando los tres puntos. En el último minuto se desataría la locura en Montilivi. Una jugada algo trastabillada acaba con Iván Martín cruzando un golpeo a la escuadra contraria de Jan Oblak, un golazo en el 95 del jugador vasco que terminaría de enloquecer Montilivi y certificaría el 4-3 definitivo.
El Girona FC cierra así una primera vuelta histórica, a la altura de los equipos más grandes de la historia de la liga de este país, con una proyección de 96 puntos. Próxima parada, Almería.