El Real Madrid ha conseguido su trigésimo sexto título liguero tras su victoria ante el Cádiz y la derrota del FC Barcelona contra el Girona en Montilivi. El cuadro de Ancelotti sabía desde el inicio del partido que tras esta jornada podría ser campeón, pero ante el crucial partido del miércoles contra el Bayern, el técnico italiano decidió hacer rotaciones en un partido en casa contra el antepenúltimo clasificado de la tabla.
La novedad más importante en el 11 del equipo local fue la vuelta de Thibaut Courtois a la portería blanca 355 días después desde su última aparición antes de sus dos lesiones de la presente temporada. Jugadores menos habituales como Arda Güller, Fran García o Joselu también tuvieron su oportunidad desde el inicio y desempeñaron un gran papel para la delicia de los aficionados merengues presentes en el Estadio Santiago Bernabéu.
Antes del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de Pepe Portolés, preparador físico del equipo blanco entre los años 1992 y 1994. La primera parte no tuvo mucha historia, el Real Madrid esperaba su momento y apenas tuvo un par de ocasiones y el Cádiz defendía un resultado que le daba vida en su pelea por la salvación. 0-0 tras los primeros 45 minutos y el feudo blanco esperando una reacción de los suyos para acariciar el título con la yema de los dedos.
La segunda parte fue blanca
Los segundos 45 minutos no tuvieron nada que ver con los vividos en la primera mitad del encuentro. Ambos equipos aceleraron el ritmo y empezaron a inquietar la portería de su rival. El Cádiz se pudo poner por delante al poco tiempo tras la reanudación gracias al mano a mano que tuvo Christopher Ramos, quien ganó la partida a Nacho y se plantó solo delante de Courtois. El portero belga hizo valer su envergadura para tapar todos y cada uno de los huecos por los que podía colarse el balón y frenó la posibilidad de que los gaditanos pudieran adelantarse en el marcador.
Si fallas contra el Real Madrid, lo sueles acabar pagando y esto le sucedió al equipo de Pellegrino. En el minuto 51, el ataque del equipo local sacó a relucir su calidad y tras un gran pase filtrado de Modric, Brahím controló un balón orientado en la frontal del área para marcar un auténtico golazo por la escuadra de la portería defendida por Ledesma. Tras este gol, Ancelotti empezó a pensar en el Bayern y comenzó el carrusel de cambios para que los titulares tuvieran ritmo de partido. Bellingham, Vinicius y Valverde entraron al verde y los goles continuaron cayendo.
En el minuto 68, Jude Bellingham conseguiría su decimoctavo gol en Liga en el primer balón que tocaba. Una gran combinación entre Modric y Brahím dejaba al internacional por Marruecos dentro del área con tiempo para pensar y servirle el gol en bandeja a su compañero inglés. Ya en el minuto 90, una internada de Nacho en campo rival le dejó solo frente a Ledesma, pero el capitán decidió regalarle el gol a Joselu que había tenido muchas ocasiones muy claras en el partido en las que la fortuna no le sonrió para mandar el balón al fondo de las mallas. 3-0 y a esperar qué hacía el Barça en su partido en Montilivi.
El equipo culé perdió y según las palabras del propio Ancelotti después del encuentro, el campeón de liga celebrará el título con su afición el próximo domingo en la mítica fuente de Cibeles, quién sabe si con el billete para la final de Wembley ya en el bolsillo.