El Celta B y Claudio Giráldez brillan con luz propia. Fer López, Hugo Álvarez o Raúl Blanco piden a gritos una oportunidad en el primer equipo. Están llamados a seguir los pasos de Iago Aspas, Kevin, Iván Villar, Gabri Veiga o Brais Méndez. A medida que han ido desapareciendo canteranos del once del primer equipo, el filial celeste reivindica con su juego que A Madroa sigue más presente que nunca. El Celta Fortuna brilla en la Primera Federación y lo hace con el sello de identidad de Claudio Giráldez. Es uno de los equipos más en forma del grupo I de la categoría de bronce y actualmente marcha segundo en la tabla clasificatoria.
Claudio Giráldez está logrando reinventar al equipo por segundo año consecutivo. Las bajas a final de temporada de jugadores indispensables como Iker Losada, Sergio Barcia o Fernando Medrano rumbo a la segunda división, supuso un duro varapalo para el filial celeste. A mitad de julio, Lautaro de León se marchó cedido al Cartagena, mientras que Hugo Sotelo, Miguel Rodríguez y Carlos Domínguez están completamente integrados en la dinámica del primer equipo. Las bajas eran muy sensibles, pero una vez más, Claudio y el Celta Fortuna se reinventaron de nuevo.
La apuesta por la cantera es evidente. El partido del fin de semana pasado frente a Osasuna Promesas dejó ocho jugadores gallegos en el once inicial: Coke Carrillo, Yoel Lago, Javi Rodríguez, Damián, Miguel Román, Fer López, Pablo Durán y Hugo Álvarez. La media de edad de la plantilla, apenas supera los 21 años: Alfon González y Manu Fernández (24) son los jugadores de mayor edad de la plantilla.
A Claudio Giráldez, no le tiembla el pulso. La filosofía es clara: adaptarse al rival y no tanto a un esquema de juego predeterminado. El filial celeste busca la presión alta, el dominio del balón y un modelo de juego alegre y vistoso, pero como ocurrió en Riazor hace dos semanas, no tiene problema en defender en bloque bajo y retrasar posiciones. Este fin de semana en Tajonar y con un Fer López desatado en la mediapunta, dio un clínic en el arte de la transición. Dicen los que han seguido la evolución de Fer, que es un jugador especial, diferente, uno de los mayores talentos que atesoran las categorías inferiores del Celta. Hugo Álvarez se ha convertido en uno de los jugadores más utilizados por Claudio Giráldez y Raúl Blanco está empezando a marcar diferencias con sus goles. Ambos ya han entrenado con el primer equipo en varias ocasiones.
Los jugadores se sienten importantes y Giráldez ha utilizado a veintiséis de ellos en las primeras nueve jornadas de liga. El técnico gallego no tiene problema en conceder galones a los jugadores más jóvenes, incluso recurriendo en varias ocasiones al Celta C. Se ha caracterizado por una gestión y dosificación encomiable de algunos jugadores que están explotando esta temporada bajo la batuta del entrenador. Muchos aficionados celestes empiezan a contemplar a Claudio como una alternativa más que real al banquillo del primer equipo.
El filial celeste y Claudio Giráldez se han reinventado para volar en una Primera Federación en la que A Madroa se reivindica en cada jornada.
