El «submarino amarillo» se hunde en Mestalla (3-1)

Mestalla recibió el derbi de la Comunidad Valenciana por todo lo alto. Con un lleno absoluto, rindió homenaje a la leyenda valencianista, Ángel Castellanos, fallecido durante el día de hoy. Las 46 mil personas que no quisieron perderse el partido transformaron el minuto de silencio en un minuto de aplausos igual de estremecedor que emotivo.

Con el inicio del partido, el Valencia comenzó de manera fulgurante, arropado por la energía que transmitía el estadio. En el minuto 3, un preciso envío en largo de Pepelu a Gayà dejó un pase atrás a Yaremchuk para que, placidamente, reventara la meta protegida de Jorgensen y colocara el 1-0 en el marcador. Pocos minutos después, un hiperactivo Canós robó un balón en el área rival para que el mismo protagonista de la jugada del gol no consiguiera acertar.

Raúl Albiol, entre algodones, no pudo aguantar más de un cuarto de hora en el campo y fue sustituido por Bailly, que redebutaba varios años después.

En el minuto 24, con un Valencia que no paró de correr y apretar, iba a repetir la misma fórmula ganadora. Balón a la zona izquierda de su ataque, donde Gayà, que ha vuelto al once de una manera terrible, puso un centro al área donde esperaba Hugo Duro. El delantero getafense, listo, le ganó la posición al defensa que con un toque en la espalda, arrolló al jugador, provocando un penalti que instantes después, y con mucha sangre fría, el especialista a balón parado, Pepelu, amplió la distancia en el marcador y sumó el segundo gol valencianista.

El ‘9’ del Valencia tuvo en su bota izquierda una ocasión perfecta para conseguir el tercer gol. Después de varias jugadas clásicas del jugador, revolviéndose en el área y esperando el mejor momento, remató un balón que atajó sin ningún problema el portero del Villarreal.

Desde esa jugada, el ritmo del partido se paró bastante, con ambos equipos sabiendo el momento del partido que era y sin querer cometer ningún riesgo. Eso sí, el tramo final de los primeros 45 minutos fueron dominados por el Villarreal, que pudo haber acortado distancias si no fuera por el fuera de juego de José Luis Morales.

El segundo tiempo comenzó con un Villarreal que buscaba mantener la posesión para evitar las contras que tanto daño le estaban causando, pero esta estrategia fue efímera. En una jugada combinativa, con pocos toques, Pepelu lanzó el balón encontrando a Hugo Duro en posición de ventaja. Tras una conducción hacia el centro, Duro estrelló el balón contra el palo. El rebote cayó a los pies de Gayà, quien elevó el balón lo suficiente para buscar a Canós. Desafortunadamente para los visitantes, Altimira tocó el balón con la mano, resultando en el segundo penalti del partido. Pepelu tomó el balón en busca de su segundo gol en el encuentro, y lo logró con un remate potente que Jorgensen no pudo despejar, convirtiendo el marcador en 3-0.

En el minuto 65, Francis Coquelin entró al partido, siendo recibido con una ovación ensordecedora por parte de la afición local. El francés, actualmente en el Villarreal, fue parte del Valencia dirigido por Marcelino. Pocos minutos después, Baraja optó por introducir a Javi Guerra y Diego López en el campo, con el objetivo de asegurar que su equipo no disminuyera el ritmo.

El Villarreal no iba a dar su brazo a torcer y, después de una buena jugada de Ilias, superando a Gayà y a Javi Guerra, cedió el balón a Gerard Moreno que cruzó del balón con su pierna derecha para superar a Mamardashvili y ponerle picante al partido.

El Villarreal buscó crecerse después de marcar, pero el Valencia, manteniendo su orden defensivo característico, supo controlar los tiempos y evitar sufrir en exceso. Pepelu, en una falta buscando el ángulo y su tercer gol, obligó a estirarse a Jorgensen, realizando un paradón que evitó el 4-1.

Así llegó el final del partido, con un marcador definitivo de 3-1. Con estos tres puntos, el Valencia suma 26, acercándose más a posiciones europeas que a la zona de descenso. El equipo parece recuperar la forma mostrada en noviembre, logrando victorias de prestigio y presentando una imagen de conjunto bien trabajado. En cambio, el Villarreal, en una posición algo preocupante y a la espera de fichajes, sigue adaptándose al estilo del nuevo entrenador.

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