Paciencia contra intensidad. Posesiones largas de lado a lado frente a transiciones eléctricas y certeras. Eso es lo que nos ha enseñado hoy el derbi canario en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Las Palmas visitaba el Heliodoro Rodríguez López con la ilusión de ganar su primer partido del año y con la motivación de pasar de ronda contra el máximo rival, el CD Tenerife. El gran ambiente que se vivió en las gradas a reventar se complementó con el partidazo que se pudo disfrutar en Tenerife.
Los locales debutaban en el año 2024 con varias novedades en el once. Luismi entraba en la banda izquierda de los chicharreros sustituyendo a Medrano. Por su parte, Las Palmas presentaba un once totalmente revolucionario comparado con el presentado ante el Barcelona en liga. El portero Aarón Escandell, Cristian Herrera, Loiodice, Araujo, Herzoj, Pejiño, Cristian Herrera y Mfulu entraban como titulares junto al joven talento de Abou Bassinga, canterano marfileño que jugaba por primera vez con el primer equipo amarillo. El mediapunta africano no pudo debutar de la mejor manera con la UD: desaparecido en combate, sancionado con una amarilla tempranera, poco desborde y sustituido en el descanso tras haberse jugado la segunda amarilla.
Los primeros 45 minutos se pintaron de blanquiazul. Los de Asier Garitano entraron al partido muy enchufados y dominando el plan de juego diseñado para el partido. A los pocos segundos, los tinerfeños advirtieron de sus intenciones de salir al contragolpe y de atacar acometiendo una presión muy intensa. En el minuto cuatro, el Tenerife cosechó rápidamente el fruto de su esfuerzo. A la salida de un córner raseado, Luismi Cruz recorta y le regala el gol a José Amo con un remate a bocajarro e inapelable para Escandell. Las Palmas siguió con muchísimos problemas para salir jugando como de costumbre. Tanto Sergi Cardona como Araujo tendían a meterse por dentro en vez de abrirse en banda, lo que impedía desarrollar la amplitud que García Pimienta exige a sus jugadores para salir jugando desde los centrales. Los minutos del primer tiempo pasaban y el Tete estaba cada vez más cómodo en el partido apretando las tuercas a sus vecinos. Fue en el minuto 20 cuando, en una cabalgada por la izquierda, Teto se la da a Ángel Rodríguez. El veterano delantero recortó y, ante la pasividad de la defensa pío pío, se la devolvió en el área a Teto, que logró ver el pase en el segundo palo a Luismi Cruz y anotar con un buen disparo el segundo gol del derbi. La falta de intensidad y de tensión por parte de la defensa amarilla estaba siendo castigada por una delantera tinerfeña que estaba sacando los colmillos.

El descanso, más que necesitado para Las Palmas, sirvió para cambiar las tornas del partido. El Tenerife dio un paso atrás y empezó a cerrar filas, mientras que la UD arrancó la segunda parte con la entrada de Benito por el ineficaz Bassinga. Benito se adueñó de la banda izquierda grancanaria y fue el líder del cambio de actitud de los de García Pimienta. El 11 se echó a la espalda al equipo en el primer tercio de los segundos 45 minutos con Pejiño, que había destacado algo en la primera parte en comparación con el resto de sus compañeros en ataque. Poco a poco, minuto a minuto, el derbi iba cogiendo color y se iban intensificando las entradas y las acciones entre los equipos rivales. Las Palmas cogió las riendas del partido y empezó a lavar algo más su imagen. De un único remate hacia la portería de Tomeu Nadal en la primera parte, Las Palmas se animó y acabó con 10 disparos, uno de ellos a puerta.
A la hora de juego, De Burgos Bengoetxea entró de manera decisiva en el partido con una expulsión errónea a José Amo por una segunda amarilla inexistente. El árbitro señaló y sancionó un supuesto codazo del central que no hubo en ningún momento. Desde ese momento, los visitantes se crecieron aún más y empezaron a vislumbrar la posibilidad de remontada con la superioridad numérica en el terreno de juego. Los centros por la izquierda de Benito y los recortes con posterior remate de Pejiño estaban agrietando el muro tinerfeño pero no consiguieron perforarlo. La entrada de Moleiro y Kirian en el 68 añadía más pólvora al arsenal que guardaba García Pimienta en el banquillo, tratando de reservar muchos titulares tras el intenso choque liguero del jueves. Cuando más cerca parecía estar Las Palmas de recortar distancias, Julián Araujo las acabó alejando. El lateral mexicano cayó en área local, tratando de conseguir un penalti, y el veterano Nacho se acercó a recriminarle que se había tirado. Así, los nervios del jugador cedido por el Barcelona pasaron factura y acabó dando con su cabeza a la cabeza del defensa del Tete, provocando la posterior simulación del veterano y viendo la roja por agresión.

Poco más pudo hacer desde entonces Las Palmas. Atacaba con el dominio del cuero pero se arriesgaba a sufrir contras que casi le cuestan una desventaja aún más abultada. El árbitro decretó el final del encuentro después de añadir seis minutos y las gradas tinerfeñas se lo pasaban en grande derrotando a su máximo enemigo con el 2 a 0 final, logrando conseguir el pase a los octavos de final. El premio a mejor hombre del partido fue, sin duda alguna, para Luismi Cruz por su gran asistencia en el primer gol y el remate colocado para establecer la ventaja de dos goles para los locales. De esta manera, Las Palmas sigue sin ganar en 2024 y García Pimienta aún no ha ganado ningún derbi (tres derrotas en los tres derbis que ha dirigido a la UD). El conjunto grancanario es el único equipo de LaLiga EA SPORTS que queda apeado en los dieciseisavos de final de copa, aunque todavía queda por disputar el Unionista-Villareal el lunes. Asier Garitano ha conseguido debutar en el derbi canario con victoria y logra clasificar al Tenerife, el único equipo de LaLiga Hypermotion en la siguiente ronda copera