El dios del fútbol es muy caprichoso en muchas ocasiones. En lo que puede parecer un partido más de la jornada 29 de LaLiga EA Sports, los cambios en la plantilla almeriense los últimos meses han hecho que el Las Palmas-Almería se convierta en un día especial para la isla de Gran Canaria. El anfitrión del encuentro recibiría a dos viejos y amados conocidos en la hinchada amarilla: Pepe Mel y Jonathan Viera. La era Mel comenzó este miércoles tras la destitución de Gaizka Garitano del banquillo del PowerHorse Stadium por su incapacidad de conseguir una victoria y aumentar la racha sin victorias a las 28 jornadas ligueras.
Por delante, el objetivo de conseguir su primera victoria, y encima a domicilio, ante su último trabajo en España. «Queremos el balón, protagonismo», decía Pepe Mel tratando de animar a su vestuario instantes previos al partido. Tarea que, con los primeros compases del partido, se entendió como casi imposible. El otro esperado regreso, el de Viera, se tradujo en unos aplausos iniciales que derivaron en el sonido agudo de los pitidos a medida que pasaban los minutos.
El peligro se llamó Ramazani
El silbato de García Verdura arrancó el encuentro en el Estadio de Gran Canaria unos minutos más tarde de la hora fijada. La posesión, como se esperaba a priori, se pintó de amarillo pero la presión adelantada rojiblanca sorprendió a muchos por su intensidad siempre que el balón se situaba en el primer cuarto de campo grancanario. Poco a poco, los equipos se asentaron en el partido y los papeles de cada equipo se asentaron. Monólogo amarillo con la bola mientras la UD Almería trataba de esperar el error amarillo.
Así fue cómo sorprendió el Almería a la zaga amarilla. La línea defensiva grancanaria, tan adelantada como de costumbre, se fragmentaba con las oportunidades al espacio de los visitantes. Aunque Javi Muñoz pudo adelantar a su equipo con un remate desde la frontal, los contraataques visitantes empezaban a ser su modus operandi. De esta manera, llegó el primero del partido. En la primera gran oportunidad clara del partido, Ramazani recibe un balón al espacio en banda derecha y cabalgó hasta centrar por bajo al delantero, rematando cómodamente ante Valles. Quinto gol en liga del brasileño en una jugada difícil de creer: tres jugadores del Almería atacan al espacio mientras seis de Las Palmas defienden sin el convencimiento de los indálicos.
El planteamiento paciente del Almería al espacio estaba dificultando en gran medida el partido de Las Palmas. A partir del gol, se cuentan tres contras más que la inoperancia en ataque que caracteriza a los rojiblancos esta temporada explica que el resultado no fuese más dañino. Pese a ello, la dupla Sandro-Moleiro trataba de desatascar el partido con jugadas al primer toque y detalles en corto. En el 23′, advirtió el 9 con un remate tapado por Maximiano que supo achicarle el espacio.
Minutos después, la rosca del grancanario casi sirve de asistencia a Mika Mármol, que estuvo cerca de introducirla y romper la ventaja andaluza. En el minuto 38, Viera se marcó una jugada de escándalo regateando a dos con un recorte, abrió al cuchillo Ramazani y acabó a punto de anotar, pero toda la jugada quedó anulada por fuera de juego. Al filo del descanso, Jonathan Viera, a trompicones, se internó en el área y acaba dándosela a Embarba, que estaba en fuera de juego pero marca. La jugada fue anulada.
Desactivado el factor revulsivo
Dos cambios fueron la manera de dar un giro a la dinámica amarilla en la segunda parte. Loiodice y Marvin entraron al césped del Gran Canaria por Munir, desaparecido, y Perrone para reactivar en ataque y dar la chispa que encendiese el empate. Por su parte, Chumi entró al mismo tiempo por Radovanic, posiblemente arrastrando molestias. Volvió a rodar el esférico y, en la primera posesión, Sandro se desmarcó y quedó solo ante Maximiano, que no falló. El problema es que había partido en posición de fuera de juego y la jugada había quedado invalidada por completo.
Ramazani seguía siendo el hombre más en forma del partido con un pase al hueco para Leo Baptistao, que no supo transformar y aumentar la ventaja en el marcador. La mentalidad de los indálicos pasó por cerrar el marcador y dar por válido el 0-1. Por ello, Maximiano pasó a ser el héroe de los visitantes con varias paradas para cerrar el marcador. Alrededor de la primera hora de juego, Ramazani dio un pase atrás que casi sirve para asistir a Moleiro, muy dubitativo e incapaz de de rematar.
Los cambios de Las Palmas encaminaron a los amarillos hacia lo ofensivo y la UD Almería se encerró para poder sumar sus ansiados tres puntos. El killer Milovanovic perdonó la vida a la UD con otro error impropio de ariete y Marvin buscó ser el revulsivo perfecto con varios esprints y algún que otro disparo. Benito Ramírez entró en el minuto 70 para taponar la sangría amarilla, que se incorporó como segundo extremo por la izquierda. Araujo, por la derecha, fue sustituido también y entró Pejiño para encontrar el ansiado gol del empate. Ningún cambio rompió el partido.
El partido acabó con una falta lateral al borde del área que se perdió y concluyó con la primera victoria al volante de Pepe Mel y con la batuta de Viera en el terreno de juego. El dicho de «A nuevo entrenador, victoria asegurada» por fin llegó a Almería y por fin consiguen la ansiada alegría que ha sido la antítesis de los rojiblancos en la temporada. El MVP se lo el belga Ramazani y la UD encadena dos derrotas consecutivas en liga. Llega el parón de selecciones y, con ello, una oportunidad de cambiar cosas en ambos equipos.
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