Muchas de las predicciones de expertos y casas de apuestas situaban a la UD Las Palmas como uno de los candidatos a descender esta temporada. Su condición de novato para esta edición de liga, la falta de un nombre propio en ataque y una defensa tan adelantada eran los motivos que hacían dudar de su permanencia. Sin embargo, con el paso de las jornadas, el equipo se adaptó a la categoría y ahora pelea por salvar la categoría con margen de jornadas, habiendo soñado con Europa por momentos.
Eso sí, la racha de los amarillos empieza a despertar tensión en la grada: casi dos meses sin conocer la victoria y 2/15 posibles en los últimos partidos. El bajón del equipo se ha notado en el terreno de juego y la efectividad canaria de cara a puerta es menor que en la recta final de la primera vuelta. De hecho, las tres últimas jornadas se han saldado con derrota (1-0, 0-1 y 0-2) y la cifra de los 37 puntos se ha estabilizado en la tabla.
Aunque el descenso tiene a varios candidatos (Almería con 13, Granada con 14, Cádiz con 25, Celta con 28 y Rayo con 30), los de abajo han logrado sumar las últimas jornadas y la ventaja que tenían de más de 20 puntos sobre el descenso hace escasas jornadas ha evolucionado a los 12 que separan a canarios y gaditanos. Otro equipo que ha notado un bajón en resultados y puntos es el Alavés, otro recién ascendidos que ha cosechado 4 de los últimos 15 disputados.
La visita del Sevilla puede sellarla
Por ello, el equipo dirigido por García Pimienta puede llegar a la cima de los 40 puntos, el número que dan en las cuentas de la salvación matemática, tiene la oportunidad de oro para blindar una nueva participación en LaLiga EA Sports con su gente y con el estreno de su nuevo césped, preparado para las condiciones climatológicas de la fase veraniega insular.
Para este encuentro de liga, Araujo y Sinkgraven siguen de baja por lesión y Álvaro Valles verá el partido desde la grada del Gran Canaria por la roja contra el Barça, de manera que García Pimenta podrá contar con casi todos sus efectivos y con Aarón Escandell bajo el arco. Una de las amenazas en el juego grancanario es la jugada ensayada y el balón aéreo, con los aviones que son En-Nesyri o Sergio Ramos.
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