Como los héroes de la Edad Antigua. Primero el drama y luego la épica. De la pesadilla a la fantasía en la jornada que más se necesitaba. Porque dentro del éxtasis, habrá que hacer autocrítica. El Rayo Vallecano entró al partido frío, sin ideas y con poco ímpetu. En otro lleno en la Avenida de la Albufera, la afición tuvo que tener paciencia para ver a los suyos. En el otro lado, CA Osasuna no es que fuera superior, pero sí mostró más intensidad y, de cara al espectador, si daba sensaciones de que podía generar más peligro. Asimismo, el día que Pablo Ibáñez e Iker Muñoz tengan fondo físico, los rojillos van a tener a dos jabatos para mucho tiempo. En los banquillos, se reencontraron Ínigo Pérez y Jagoba Arrasate. Alumno y profesor, ya que el último entrenó al actual técnico rayista en las filas del CD Numancia.
Hay que decir que Jorge de Frutos (reemplazo del lesionado Álvaro García); lo intentó más que en otras ocasiones, pero Jesús Areso estuvo impecable. En un desajuste defensivo del Rayo, Raúl García de Haro dio el toque necesario para que Moi Gómez batiera a Stole Dimitrievski. Hoy no hubo portería a cero. Por su parte, el ex del Real Betis y que despuntó en el CD Mirandés tiene unas jornadas por delante para demostrar que puede ser un buen complemento del lesionado Ante Budimir. Sus highlights en esta 2023/2024, precisamente, son ante el Rayo (Gol en la ida y asistencia en la vuelta). Por otro lado, David García se lesionó y entró Alejandro Catena, viejo conocido de los locales.
Si bien el Rayo es un equipo que le cuesta finalizar las jugadas, si le dejas, no se olvida de hacer daño. En la segunda mitad, los de Arrasate se cayeron físicamente de forma preocupante. A Íñigo Pérez no le quedaba otra. Era meter artillería o quedarse con lo puesto. Y en esta guerra interna que tiene el Rayo consigo mismo, es ahí cuando entró todo el armamento. RDT, Falcao y Bebé dieron más agresividad a un conjunto que dominaba pero no encontraba las ocasiones. A falta de 10 minutos y tras un córner, Pep Chavarría soltó un zambombazo que dejó inmóvil a Sergio Herrera para poner el empate. Vallecas revivía, los jugadores se miraron y se dijeron: «es ahora o nunca». No hay que olvidar que un poco antes el Celta había goleado a la UDLP y que esta noche tiene que visitar una de las plazas más complicadas del campeonato como es Montilivi. Con la derrota, el Rayo se quedaba a seis. Con el empate, a siete. No era suficiente.
En una jugada aislada, Isi Palazón ganó la partida en el tú a tú, quedó el balón botando y enganchó un ‘palazo’ para desatar la locura. Capitán porque Óscar Valentín abandonó el tapete de juego al descanso. Se quitó la camiseta, gritó, mandó callar a algún hater y todos se arrodillaron ante él en un delirio que hace tiempo que no se veía en Vallecas. El año pasado fue para celebrarlo con unos niños, hoy fue para dar el grito que necesitaba dar Vallecas. Con su torso blanquecino hinchado por las emociones, con su cara a mil por hora, el emperador de Vallecas alejó los fantasmas del descenso con la primera remontada de los franjirrojos en la presente temporada.
Fútbol que no convence, pero si en el barrio dejas una puerta abierta como hizo CA Osasuna, la pillería vallecana se coló por la misma para pescar tres puntos que son oro para esta jornada 32. Es pronto para decirlo, pero quizás el Rayo Vallecano ha firmado la permanencia en un verano donde tocará trabajar y mucho.
FICHA TÉCNICA:
Rayo Vallecano: Dimitrievski, Chavarría, Lejeune, Mumin, Balliu, Óscar Valentín (Pathé Ciss, min.46), Unai López, Jorge de Frutos (Bebé, min.74), Isi Palazón, Trejo (Miguel Crespo, min.82) y Sergio Camello (RDT, min. 60).
CA Osasuna: Sergio Herrera, Juan Cruz (Mónica, min.82), Herrando, David García (Catena, min.19), Jesús Areso, Íker Muñoz (Torró, min.68), Moi Gómez (Osambela, min.62), Pablo Ibáñez (Moncayola, min.68), Rubén García, Rubén Peña y Raúl García de Haro.