El Girona asalta el Gran Canaria para seguir creyendo en el sueño Champions gracias a David López y Dovbyk, desde los once metros. Las Palmas sigue con la mala racha en 2024, encadena su sexta derrota consecutiva en liga y tendrá que esperar que los de abajo no sumen para no mirar al descenso.
Míchel partió con el once de gala, tal y como se esperaba, después de recuperar efectivos de cara a esta jornada. Sin embargo, García Pimienta sorprendió y apostó por Daley Sinkgraven en lugar de Sergi Cardona, ausente en una de los anteriores 32 partidos ligueros. El míster local salió minutos antes del partido a aclarar que «no quiere señalar a nadie» y era momento de descansar para el lateral izquierdo.
Con el pitido inicial de Figueroa Vázquez, el partido arrancó bajo el dominio de los amarillos. El equipo anfitrión se plantó en campo propio a base de posesión y sometió a un Girona poco reconocible. Poco tardaría en saltar la polémica al Estadio de Gran Canaria. En el minuto 5, un balón en largo por el carril izquierdo de Sinkgraven conectó con Moleiro, quien cabalgó hasta área rival y provocó un penalti. El canterano recortó en frente de David López y, en el forcejeo, cae al suelo. Aunque el árbitro señaló inmediatamente la pena máxima, Del Cerro Grande lo llamó desde el VAR para revisar la jugada y el árbitro de campo se mantuvo en su decisión.
Sandro fue el elegido desde los 11 metros para así conseguir su segundo tanto liguero. No obstante, un enorme Gazzaniga lo detuvo. El remate tenso hacia la derecha de su portería condujo a la salida de las asistencias médicas gerundenses ya que quedó algo conmocionado al pararlo con su cara. Los amarillos no se vinieron abajo y siguieron atacando en campo rival. Los balones a la espalda de los de Míchel estaban haciendo daño a la defensa rojiblanca, con varios desmarques de Marvin y Moleiro peligrosos.
Pese a la sangre fría de Gazzaniga para sacar el balón jugado en la línea de gol, el Girona seguía estando bajo la presión tras pérdida ensayada que tanto insistió en la previa García Pimienta. Los minutos pasaban y, en un córner en el 24, Figueroa Vázquez señaló el punto de penalti después de un agarrón de Kirian Rodríguez que evitó el tiro de Eric García. Dovbyk tuvo la oportunidad de meter su 19º gol en liga pero Vallés adivinó. El meta andaluz atajó y dejó el balón muerto en el área chica, aprovechándose David López y anotando el primero del partido.
Acto seguido, la UD lo intentó a través de Moleiro, de los más activos del partido. El ’10’ trató de escabullirse en el área por el centro del sándwich de Eric y Yangel Herrera pero cayó en la zona de castigo catalana tras un empujón del venezolano. Los pitos y la presión de la grada no cambiaron la decisión del cuerpo arbitral y continuó el juego. El Girona levantó sus ánimos tras su gol y cerró la primera parte con una más de su delantero Dovbyk, encañonando por encima del larguero.
No dio tiempo a revulsivos
Arranca la segunda parte sin cambios pero con emoción. Ambos equipos salen eléctricos y en menos de cinco minutos, disponen de una ocasión peligrosa. La locura creció en el minuto 54, cuando Yan Couto cae en el área de Las Palmas tras un ligero pisotón de Mika Mármol y el árbitro principal del partido pita penalti. De nuevo, Dovbyk estaba preparado para cobrarlo cuando Figueroa Vázquez se marchó corriendo al monitor del VAR para revisar la jugada. Todo quedó igual y el ariete ucraniano no falló esta vez ante Valles, consiguiendo 19 goles esta temporada y doblegar la ventaja.
A la hora de partido, Marc y Sergi Cardona y Munir entraron por Álex Suárez, Sinkgraven y Sandro, siendo así los primeros cambios. A los pocos minutos, Míchel respondió con más cambios, dando entrada a Portu y Tsygankov en lugar de Dovbyk y Couto. Las Palmas intentaba darle ritmo al partido para recortar distancias y los centros volaron sobre el campo gironí, todos ellos interceptados por Paulo Gazzaniga.
Ni Benito ni Fabio pudieron maquillar el resultado y el electrónico dejó el 0-2 definitivo. El Girona tembló por unos instantes con el disparo al larguero de Moleiro y la parada in extremis a Munir y se queda segundo momentáneamente, pendiente del FC Barcelona y con la mirada puesta en el siguiente partido contra los culés. Por su parte, la UD cosecha su sexta derrota consecutiva y observará de cerca el Alavés-Celta de las 18:30, quedándose decimotercero y pensando ya en la Real Sociedad.
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