El Real Madrid estará el próximo 1 de junio en el Estadio de Wembley para luchar por levantar su título número 15 de la UEFA Champions League. Una nueva noche épica en el Santiago Bernabeú, remontada incluida, permite al equipo blanco soñar con terminar la temporada con un doblete y siendo de nuevo el campeón del torneo más prestigioso del mundo a nivel de clubes.
Desde antes de comenzar el partido, afición y equipo hicieron una comunión perfecta para ir avisando de lo que iba ser otra noche ilustre en el templo blanco. Los de Ancelotti comenzaron amenazando rápido cuando Vinicius robó el primer pase que realizaba el Bayern en el partido y forzaba un córner antes de que se cumpliese el primer minuto de encuentro. El extremo iba a ser la pesadilla del conjunto bávaro durante toda la noche. El brasileño tuvo en sus botas la posibilidad de adelantar a su equipo en el minuto 13 de partido. Un centro raso de Carvajal, dejó al 7 madridista solo justo al lado del punto de penalti para rematar y tan solo Neuer consiguió rozar con la yema de los dedos un balón que se estrellaría contra el palo y cuyo rechace no consiguió convertir Rodrygo ante una nueva parada del guardameta alemán.
Los locales dominaron prácticamente la primera parte en su totalidad, aunque en el ambiente se respiraba que el Bayern podría crear peligro en cualquier momento y así lo hizo en dos ocasiones en los primeros 45 minutos. Primero fue Harry Kane quien puso en apuros a la defensa blanca con un disparo desde la frontal del área que despejó Lunin a córner. Después fue Serge Gnabry el que, antes de lesionarse, puso un gran centro que no lograría rematar el delantero inglés tras un gran contrataque del equipo dirigido por Tuchel. 0-0 al descanso y todo por decidir tras la vuelta de vestuarios.
La épica del Real Madrid no tiene fin
Ambos equipos pusieron una marcha más en la reanudación, ya que el billete para la final de Wembley estaba en juego. Primero lo intentó el Real Madrid por medio de Vinicius, quien continuaba siendo una pesadilla para Kimmich, que era incapaz de contenerle por banda izquierda. El brasileño se iba una y otra vez pero ya fuera Neuer, quien se ha marcado un auténtico partidazo, o la defensa que cortaba sus centros al área, no dejaban que el Bernabeú celebrara un gol de su equipo. El Bayern fue creciéndose poco a poco y la defensa blanca junto a Lunin tenían que esforzarse más que lo que habían hecho en la primera mitad del encuentro.
El marcador no se movería hasta el minuto 68 de encuentro. Alphonso Davies, que había entrado al campo en el minuto 27 por el lesionado Gnabry, marcaría el 0-1 tras un buen pase de Kane, que permitía que el canadiense tuviese una gran carrera contra Carvajal y ejecutara un derechazo que fue imposible de atajar para Lunin. El Bernabeú por un momento enmudeció y vio cómo el sueño de llegar a Wembley se empezaba a complicar. Sin embargo, ya no es de extrañar que lo imposible se hace realidad cuando el Rey de Europa juega en su estadio.
Inmediatamente después del gol, Ancelotti dio entrada a Modric y a Camavinga al campo, sustituyendo a Kroos y a Tchouaméni. Con el croata llevando la batuta del equipo, el Real Madrid empezó a generar más peligro, lo que hizo que Tuchel reaccionara metiendo a Kim Min Jae en su línea defensiva para defenderse con 5 jugadores atrás. Quedaban tan solo 10 minutos para el final y el Bayern desbarataba todas las jugadas propuestas por el conjunto merengue, pero Ancelotti tenía un as más en la manga.
El héroe más inesperado por el madridismo aparecía en los últimos instantes de partido. Tras un gol anulado a Nacho por falta previa a la salida de un córner, el equipo blanco tiró otra vez de épica para dejar al universo fútbol sin palabras para explicar cómo conseguían de nuevo lo imposible. En el minuto 88 de encuentro Joselu, marcaría el empate del partido y de la eliminatoria tras el primer y único error de Neuer en la noche. El meta alemán no consiguió atrapar un disparo de Vinicius desde la frontal y el delantero internacional español aprovecharía para cazar el rechace y mandarlo al fondo de las mallas. Tan solo dos minutos más tarde, justo antes de mostrar el cuarto árbitro cuántos minutos habría de añadido, Joselu volvería a marcar gracias a un centro medido de Rüdiger tras un buen pase de Nacho dentro del área.
El suspense no faltaría para ensalzar aún más la epicidad de lo acontecido en el Santiago Bernabeú. En un primer instante, Szymon Marciniak el colegiado polaco del encuentro, pitó fuera de juego del delantero merengue. Tras un largo visionado de las imágenes por parte de la sala VAR, el gol subiría al marcador para alegría de los aficionados merengues y de un Joselu que ha vivido su noche más mágica desde que viste la camiseta blanca.
Los 9 minutos de añadido se convirtieron en 14, que terminaron con polémica, puesto que De Ligt conseguiría anotar el 2-2 en el 103 de partido, pero fue anulado por un fuera de juego pitado por el árbitro antes de que el balón entrase en la portería, una situación en la que el VAR no puede entrar a deliberar. Tras mucho sufrimiento, el Real Madrid consiguió ganar la eliminatoria y se enfrentará el próximo 1 de junio al Borussia Dortmund en la final de la UEFA CHAMPIONS LEAGUE.
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