El delantero internacional por Nigeria Victor Boniface volvía a una convocatoria tras lesionarse en enero en vísperas de la Copa África y ser una de las revelaciones del inicio de esta temporada, al igual que otros de sus compañeros como el media punta Florian Wirtz o los laterales/carrileros Jeremie Frimpong y el español Álex Grimaldo.
Xabi Alonso decidió darle entrada mediada la segunda parte reemplazando a uno de los delanteros que han sabido cubrir su baja a las mil maravillas: el checo ex de la Roma Patrik Schick.
El Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, sin ninguna duda la revelación de Alemania esta temporada y salvo sorpresón mayúsculo, bajón inesperado o remontada del Bayern de Múnich (su inmediato perseguidor en la Bundesliga) campeón de la edición 2023/2024 de la primera división del fútbol alemán, se jugaba en la noche de este miércoles su pase a la final de la DFB Pokal (la Copa alemana), donde ya esperaba el modesto Kaiserslautern tras arruinar el sueño de todo un Saarbrücken (equipo de la tercera división teutona que había eliminado previamente a tres equipos de la máxima categoría, todos equipos de renombre, siendo el primero para sorpresa de muchos el propio Bayern de Múnich, el siguiente en ser derrotado fue el Eintracht de Frankfurt y en cuartos de final el que sucumbió ante el modesto equipo germano fue el Mönchengladbach, hasta llegar a las semifinales) que había hecho probablemente su mejor temporada en la historia en Copa, y ansiaban poder meterse en la final de Berlín. El equipo de la aspirina salió al campo consciente de que jugaba ante su afición (en el BayArena) y tenía delante a un equipo de segunda división como era el Kaiserslautern. En la convocatoria ofrecida por el entrenador español, hubo un nombre que se había vuelto raro de escuchar porque se había pasado lesionado los últimos 3 meses de competición, desde poco antes de comenzar la Copa África, para la cual fue previamente citado por su selección, Nigeria. Se trata del potente y formidable delantero Victor Boniface, el que maravilló a propios y extraños con su excelente inicio de temporada y la sociedad que formaba, sobre todo, con el alemán Florian Wirtz. Era su primera convocatoria tras pasarse todo este tiempo lesionado.
Volvía a una convocatoria
Y es que, como se acaba de comentar, desde que el ex de la Union Saint-Gilloise cayera lesionado a poco de arrancar la Copa África, para la cual estaba convocado por Nigeria e iba a formar una espectacular pareja de ataque con el delantero del Nápoles Victor Osimhen (además de compartir equipo y ofensiva con algunos nombres como Chukwueze, Lookman o Iheanacho) no volvió a entrar en una convocatoria pese a que sus números en el inicio de temporada estaban siendo de auténtico crack. Se calculó que el ’22’ rojinegro estaría de vuelta a principios de abril (lo que le haría perderse los próximos 2-3 meses de competición con su club) y con su inclusión en la convocatoria, solo faltaba por ver si Xabi Alonso optaría por dar algunos minutos y rodaje al que fuera durante la primera parte de la temporada su ariete titular.
Y tras más de dos meses, Boniface se sintió futbolista de nuevo
El Bayer Leverkusen encarriló el partido en los primeros 35 minutos gracias a tres dianas logradas por Frimpong, Adli y Florian Wirtz, y se marchó al descanso ganando por tres tantos de ventaja. El preparador tolosarra sacó a prácticamente su once titular al completo, salvo Matej Kovar (el portero de la Copa y de la Europa League) y Adli (que salió a jugar en el lugar que lo estaban haciendo o Hlozek o Borja Iglesias desde su llegada procedente del Betis para sustituir, precisamente, al protagonista de esta noticia). Lo que daba a entender que Boniface era suplente y tendría que esperar su turno entre los reservas. Y mediado el segundo tiempo, ya con un cuarto gol en su haber tras un penalti convertido por Wirtz (que conseguía su doblete particular) Xabi Alonso llamó a Boniface para que se cambiara y saliese a jugar en el minuto 66 sustituyendo a uno de los atacantes que más goles había anotado desde que el africano causó baja, Patrik Schick. Volvía a sentirse jugador. Pisaba de nuevo un césped sobre el que muchos goles había celebrado tras caer lastimado. Volvía a sentir a su afición alentar y animar al equipo con él vestido de corto. Y el equipo recuperaba a su killer revelación, a una de sus máximas estrellas, a un jugador que llegar a Leverkusen y estar dirigido prácticamente desde el primer momento por Xabi Alonso le cambió la vida por completo. En definitiva, a un matador que se fue siendo el mejor, pero regresó tres meses más tarde habiendo adquirido una mayor fortaleza y con la moral por las nubes, ya que se le han dado minutos en una noche de fiesta para la afición del Leverkusen. Se fue con fuerza, pero regresó con ganas de hacerse aún más fuerte e incrementar su valor en el tramo decisivo de la temporada.
Y con él a tope, a Xabi le crecen las alternativas
Si por algo se caracteriza Xabi Alonso es por ser un entrenador que ha aprendido de los mejores a nivel mundial, tanto tácticamente (Guardiola y Mourinho) como a nivel de gestión de plantilla y vestuario (Ancelotti) lo que le convierte en un técnico bastante completo y con un amplio abanico de ideas y formaciones que hacen que sea uno de los preparadores a seguir en los próximos años en el fútbol mundial. Y es que, con Boniface ya recuperado, el Bayer Leverkusen tiene a un total de 4 delanteros centro en su haber: Schick, Hlozek, Borja Iglesias y el propio Boniface. De hecho, el ex del Betis, Zaragoza y de la cantera del Celta (había iniciado la temporada a las órdenes de Pellegrini en Heliópolis) recaló en la Bundesliga como sustituto del portentoso delantero debido a que iba a ser una baja de larga duración y Alonso quería disponer de tres delanteros puros sanos en plantilla ante la lesión de su nueve principal. Ahora que están los 4, a Xabi se le abre un amplio abanico de posibilidades y opciones tácticas, ya que dispone de esos delanteros, a Tella y Hofmann que debido a su polivalencia pueden jugar tanto en el centro del campo como en la delantera, Exequiel Palacios, Xhaka, Andrich en el centro del campo además del propio Florian Wirtz, Frimpong y Grimaldo en bandas… Un equipo que cuenta con dos o más futbolistas en cada parcela del campo, muy completo, equilibrado y adaptable a múltiples planteamientos, que a día de hoy (4 de abril) todavía sigue invicto entre todas las competiciones, contando la Liga, la Copa y la Europa League, o lo que viene siendo lo mismo, el Bayer Leverkusen tiene muy a tiro un triplete que puede ser recordado por muchos años en la historia del fútbol, tanto alemán como general, con una plantilla equilibrada y compensada y con un entrenador que aspira a ser de los mejores del mundo en un futuro. El equipo aspirina ya era tomado como favorito en la Copa tras las eliminaciones, primero, de varios Primeras en treintaydosavos, otros tantos en dieciseisavos (incluido el Bayern de Múnich) el Eintracht de Frankfurt y el Borussia Dortmund en octavos, y el Borussia Mönchengladbach en cuartos. Ahí ya empezó a tener el camino medio allanado para llevarse el torneo del KO teutón (como se comentó hace nada, poco a poco se fue haciendo más favorito todavía hasta llegar a semifinales, donde era el equipo que más probabilidad tenía de llevarse el galardón) y en la final ante el Kaiserslautern es, sin ninguna duda, el gran favorito y candidato a levantar el título en el campo donde juega habitualmente la selección alemana (esta final tendrá lugar el 25 de mayo, sábado, a las 20:00). En la Europa League actualmente está emparejado con el West Ham en la ronda de cuartos de final (jugará la vuelta en el Olímpico de Londres) y en esta competición parte también como uno de los favoritos pese a que ya solo quedan equipos de gran nivel en el panorama europeo, como el Milan o la Roma en Italia (que jugarán la eliminatoria de cuartos entre ellos) el Liverpool en Inglaterra (que tras un mal año en la Premier se vio abocado a jugar la Europa League esta temporada pese a que actualmente está en la parte alta de la tabla, intercalando liderato con otros puestos avanzados) o incluso el Benfica y el Olympique de Marsella, que completan el elenco de equipos de cuartos de final jugando la eliminatoria restante. Como el cuadro ya está definido, cabe resaltar que en caso de que el Leverkusen consiga eliminar al West Ham se verá las caras con un equipo italiano, debido a que su rival en semis saldría del Milan-Roma, y el otro favorito a priori (porque este año en la Europa League lo son todos los que quedan) el Liverpool, se mediría en caso de eliminar a la Atalanta al Benfica o al Olympique de Marsella, y en caso de ser ante los portugueses se reeditaría el duelo que estos dos mantuvieron en la edición 2021/22 de la Champions League, en cuartos de final. La final de la Europa League será el 22 de mayo, a las 21:00, en el estadio irlandés de Aviva, en Dublín, la casa de la selección irlandesa. Y para hacerse con la liga, está a tan solo unas pocas victorias de poder cantar el alirón, lo cierto es que dependen de sí mismos y están a expensas de que el Bayern pinche en algún partido para celebrar el título lo antes posible. Algo que, con un equipo implicado y con un Boniface que vuelve de lesión con muchas ganas de ayudar al equipo y marcar muchos goles en los partidos restantes, no será a mucho tardar. Y con esto, la realidad es que si todo esto acaba por confirmarse, la temporada 2023/24 del Leverkusen será recordada por muchísimos amantes del fútbol en todo el mundo. Y Boniface es parte de todo ello.